UNA PUERTA. UN JARDÍN
Tras una puerta maciza
de maderas algo ajadas,
en medio de una muralla
que el sultán mandó erigir
con esclavos y soldados de países
muy lejanos.
Sueña un jardín de verde árabe
esperando sin premura
mi presencia azorada
y tal vez avergonzada
ante tanta belleza oculta.
Con una fuente en el centro
y un reguero de agua clara
cantarina y burlona que sonreía
ante la sed de las flores
que se abrían a su paso
e inclinaban sus corolas
en señal de gran respeto.
Hojas verdes como palmas
les cuidaban las espaldas.
Seguía el árabe presente
con incienso y panderetas.
Su presencia era tangible
como el oro que adornaba
el dintel de las ventanas.
Todo el jardín rodeado
de arcos grandes bien torneados.
¿Quién habrá sido el arquitecto
que creó tanta belleza?
Allí anidó sus sueños algún
esclavo olvidado
Y canturrearon canarios y
jilgueros
que vinieron de otros mares
y anidaron entre los muros
sangrientos.
Así se me antojan siempre esos
sitios tan lejanos:
Silencio, sangre y estío, todo
oculto.
La belleza, el aire fresco, el
color de las corolas
y el rumor del agua inquieta.
Todo oculto, tras los muros de un
constructor poeta.
Clara Molina
- 2023
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