SOÑAR
Creo que al soñar entramos en una
dimensión misteriosa donde vivimos otra vida. Soñé que en una tierra recóndita
y húmeda yo corría y corría, algo o alguien me perseguía. Tenía miedo,
escuchaba sonidos extraños que quizás no existen, galope de animales, golpeteos
de pies descalzos.
Cuando ya no tenía aliento para
seguir corriendo, vi una casilla solitaria y chiquita. “Ahí me escondo” -pensé
y entré como pude. Aletargada por el cansancio y estremecida de frío perdía la
noción del tiempo.
Algo extraño sucedía en mi ser,
sentía que iba retrocediendo en edad y tamaño.
De repente era una niña pequeña
que imploraba por su mamá como todos los niños cuando les pasa algo.
Desde muy lejos, desde otro tiempo
y otro paisaje escuché el sonido de mi propia lengua. No entendía las palabras
pero ese sonido me suavizó el cuerpo y aquietó mi mente.
Me atreví a asomarme a lo
desconocido y grité -¡Mamá! -Y salí corriendo hacia ella diciendo en un idioma
de niña lo que el corazón había callado hasta ese momento.
“¡Mamá! Te quiero.”
Clara Molina - 2023
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