Carta a una compañera del taller

 

Querida Gabi, te conocí hace mucho tiempo, siempre silenciosa, siempre tan correcta y timidona.

Has ido cambiando tanto que ya no sos la misma niña de aquella época. Ahora tus trabajos demuestran madurez, intención de ser correcta y son hermosos.

Me pregunto qué te inspira Gabi; si sé que tus manos producen cosas bellísimas. Tus manos y tu mente dibujan creaciones en el aire. Te imagino así, mirando una flor y tu espíritu aleteando a su alrededor como una mariposa.

Porque creo, estoy segura Gabi, que tu alma es así, delicada como una mariposa, o una flor.

Ha sido un gusto compartir estas clases contigo y espero que sigamos juntas en esta tarea de crear, plasmar, elegir palabras y decirlas bien.

Muchos cariños Gabi, espero que este sentimiento te envuelva y te guarde como si fuera un manto de abrigo especial.

Te espero aquí el próximo año.

No me olvides. Te quiero mucho y te voy a extrañar.

Cariñosamente

Clarita