viernes, 30 de mayo de 2025

 

Poesía

 

 

                                        Dintel dorado

Dieciocho figuras…

Dieciocho almas…

Almas que ascienden

iluminadas.

Brazos abiertos

y manos orantes,

auras doradas,

o celestes,

anaranjadas,

auras de fuego,

auras rosadas.

Seres que ascienden,

seres de pie,

o de rodillas

en varios planos,

en soledad…

asomados a un dintel

de tonos dorados,

miran de frente,

iluminados.

 

En escaleras

que ascienden

a torres quietas,

que las acogen

cerca del cielo,

cuerpos muy quietos…

almas en vuelo.

                                               Asunción – 2025

 

                Le pondría música de Gioachimo Rossini: “La urraca ladrona”

 

Consigna: Observar durante un minuto el cuadro de Xul Solar: Zodìaco Titi – 1949 – Surrealismo – Género: pintura simbólica.



miércoles, 28 de mayo de 2025

 

Novela.

 

                                               Capítulo

 

Firmé un libro y salí de la comisaría, era una mañana cálida, con gente desplazándose sin prisa, fue difícil caminar después de una noche terrorífica, durmiendo en el suelo y con la barriga vacía, anduve unas cuadras y encontré una plaza donde me quedé haciendo ejercicios para recuperar mi lamentable estado físico. Seguí caminando y desde lejos divisé la casa de Amalia.

Cómo no hacerlo si en un entorno de casas bajitas, comunes, se erguía imponente esa especie de castillo medieval que heredó de unos tíos lejanos a los que ella cuidó hasta que fallecieron.

Recordé que cuando éramos niños veníamos a visitarlos, ella la tía, era una señora amable y cariñosa, a mí me gustaban las meriendas que nos servían, es que preparaba tantas cosas exquisitas que cuando mamá anunciaba que iríamos a ver a los tíos, yo saltaba y aplaudía contento.

Tal vez por eso me sentí triste al leer el cartel que había en las rejas: SE VENDE Llamar al teléfono 274797

Me senté frente a la gran casona ya que era temprano y Amalia duerme hasta tarde los domingos, mil ideas empezaron a rondar por mi cabeza. ¿Por qué querrá venderla? en realidad es muy grande para una sola persona. Será que no puede cubrir los gastos y pagar los altos impuestos. Será qué tal vez quiere marcharse del pueblo, en fin, ahí estaba yo imaginando éstas y otras muchas conjeturas, lo cierto es que el tiempo parecía no avanzar. Es que los días domingos son lentos, tediosos.

De pronto tuve una visión reveladora, imaginé ver la casona convertida en un lugar de descanso para las personas que iban a pasear a la costa y me vi atendiendo, recibiendo y despidiendo gente. ¡Qué locura!

Tal vez no era una locura, con tantas habitaciones y ese comedor inmenso, además de los bellos jardines que solo necesitaban mantenimiento…

Pensaba también en el pago recibido por mi jubilación y mis ahorros de tantos años trabajando en alta mar…era buen dinero para comenzar una actividad que siempre me gustó, cuando llegábamos a algún puerto y nos atendían, me sentía feliz.

Tendría que conversarlo con mi prima, tal vez en un futuro próximo seamos socios.

¿Por qué no? Así la casona seguiría siendo de la familia. Crucé la calle y toqué el timbre, era hora de estar cara a cara con Amalia.

                                                                              Ana María Muñoz – 2025

 

 

 

Narrativa

 

LA COMPRA EN LA VERDULERÍA UN DOMINGO

Mi semana fue un caos. Turnos médicos, eventos literarios, salidas con amigas, en fin tanto así que olvidé hacer la compra semanal en la verdulería.

El domingo desperté con la idea de cocinar unos canelones por lo cual me levanté a eso de las nueve dispuesta a lucirme con el plato elegido, en eso recordé que no tenía espinacas, tampoco morrones, bah, en realidad no había nada, busqué el monedero y la bolsa y salí casi corriendo a visitar a mi amigo el verdulero del barrio.

Me sorprendió ver las calles desiertas y también el silencio inusual, parecía una ciudad fantasma lo cual me permitió observar las casas, los jardines, las baldosas.

Fue una experiencia hermosa ver con ojos de asombro lo que vemos a diario y que en verdad no vemos, caminé tarareando una canción y cuando llegué a la esquina vi las naranjas y los limones más coloridos, los tomates más brillantes y relucientes, todo era como descubrir lo que siempre estuvo ahí y que jamás presté atención.

Saludé amablemente, compré y salí hacia mi casa, estaba por cruzar la calle cuando veo junto al cordón de la vereda una caja de herramientas y varias piezas dispersas en el asfalto. -Oh que interesante pensé y recordé el día que me robaron del auto todas las mías. ¿Será una compensación que me brinda la vida? Dudé un momento; pero enseguida levanté la pinza y la llave francesa y las puse dentro de mi bolsa.

No sé si estuvo bien, tal vez debí dejarlas allí.

Me fui de prisa a casa muy contenta cantando una vieja canción llamada Pedro Navaja que dice: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ¡Ay Dios!”

Los canelones me quedaron exquisitos, creo que los mejores que he hecho en mi vida.

                                                               Ana María Muñoz – 2025

 

 

martes, 27 de mayo de 2025

                       


                       El buen decir, el buen pensar

Siempre anida en mi mente

Deseo a todo en presente

Que tengan buena semana

El amor jamás descansa

Es la fuerza del vivir

El ser breve al transmitir

La esencia del pensamiento

Dejo en todos lo que siento

Es mi tesoro del día

Tengan todos bella vida

Junto a un bello sentimiento.

                                            Alberto Coronel - 2025


lunes, 26 de mayo de 2025

 

Poesía

 

Mujeres

Desobedientes ahí están,

las mujeres silenciadas

sin boca y sin voz.

¿Sumisión?

Allí van,

mujeres que expresan

con sus miradas

más que mil palabras.

Aquí están,

mujeres poderosas.

Se borran las sonrisas.

Se dibujan realidades.

Aquí vamos,

mujeres creativas

diciendo, dando,

de pasado hermético,

de sonidos apagados

Aquí somos,

eternas fortalezas

de amuralladas almas.

Consuelo abrasador

Aquí estoy,

cual femme

de mutilado sonido

en un evocador recuerdo.

 

¿Mujeres que obedecen

reglas impuestas?

Mujeres simplemente

del respeto dado

y el valor ganado.

Mujeres de voluntades intactas

ingenuas soñadoras

crédulas creyentes

de un miedo valiente.

Mujeres sencillamente,

que se quieren y atreven,

usando sus armas

de soldados desobedientes.

Mujeres de miedo valiente.

Estela Iris González



sábado, 24 de mayo de 2025

 

Dialogo

 

                                              

 

Personajes: un álamo, un olmo, otros árboles.

 

                                                               Competencia

En el bosque, los árboles charlan entre ellos; a veces, las raíces se cuentan sus cuitas, recomiendan tipos de alimentos terrestres o se avisan si hay movimientos de aguas.

Las copas se mecen cuando el sol dora de miel los campos malva y verdes; les gusta la brisa fresca, los movimientos suaves de los pájaros que anidan en sus ramas, pero también conversan y tienen charlas como la que sigue:

Álamo: ¿Qué te pasa viejo olmo? ¿Por qué te has sonrojado tanto? Es que te has enamorado y por eso pintas casi de rojo.

Olmo: ¡Siempre averiguando qué le pasa a los demás! Me sonrojo porque el otoño me atrapa con su paleta de tinturas ocre. No porque tenga un enamorado.

Álamo: Es que ser alto y esbelto como yo no es cosa fácil. Me mantengo erguido y verde con otoño y sin otoño; con viento y con lluvia; y desde acá veo todo lo que pasa a mi alrededor. No se me escapa nada.

Olmo: Claro; esa delgadez tuya te hace creer que eres hermoso, no sé quién te lo habrá dicho, a mí me pareces escuálido, macilento y sin gracia. ¿Te alimentan bien tus raíces?

Álamo: ¡Lo que es la envidia y la ceguera! Nunca me han llamado “macilento” sino bien erguido y buscando el cielo.

Olmo: Bueno, si eso te parece adecuado, dejémoslo ahí. A mí me gustan los árboles amplios, esponjosos, con espacio para nidos y zorzales y con ramas porosas, ligeras suaves…

Álamo: Vaya, vaya, vaya, con el compadre. ¡Nunca creí que estuvieras tan satisfecho de tu, ¿Cómo lo digo sin ofender? De tu amplitud, de tu grosor un poco dilatado diría yo. ¡En cambio yo!

Olmo: Claro, en cambio tú, esmirriado y flacuchento, te vas para arriba con la nariz fruncida como si el olor de la tierra te molestara.

Un nogal que estaba cerca, se cansó de este diálogo estéril. Rogó que viniera un viento, una lluvia fresca, algo que ayudara para que esos dos se callaran.

Llegó la noche. Vino en su ayuda un airecito tibio que mecía las hojas de todos los árboles y por un tiempo; o por lo menos por esa noche hasta el día siguiente quedaron en silencio acunando sus nidos.

 

Clara Molina – 2025

 

viernes, 23 de mayo de 2025

 

Absurdo

 

Noche caprichosa.

Absurdo, no burdo

El sol se esconde tras la silueta de una nube.

El aire se enfría y la noche parece no aceptar el nuevo estilo.

Se niega y explica a la tierra que el frío no es para ella esta vez y dice - Me voy de viaje en un sueño pendiente a la tibia pradera de la pampa en verano.

Caprichosa huye a pesar de la ley.

En un rincón de la casa se esconde ¿para no ser encontrada?, huyendo del destino que la asiste y persiste. Como no queriendo de repente mira y ve.

El patio hermoso podó la luna perfumada.

La flor asombrada ahogó al satélite esplendoroso.

¡Y ella se escondió!

Un árbol amigable regó el tronco esplendoroso.

No pudo más y volvió a su lugar.


Estela Iris González

Mayo 2025



jueves, 22 de mayo de 2025

 



EL CONSEJO

El consejo espontáneo es hijo dilecto del autoritarismo. ¿Quién no se ha sentido autorizado alguna vez a dar consejos que no le pidieron?

 

                                                                                  Ami – 2018

 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

 

Poesía

 

Sólo una mujer

 

Mujer sensible

mujer fuerte

mujer con brillos

mujer apagada

mujer alegre

mujer triste

mujer llena de vida

mujer que no puede con ella.

 

Todas ellas es una sola mujer.

 

Depende con quién

depende de dónde

depende del día.

 

Sólo una mujer.

 

Con todos sus matices

con todas sus dolencias

con todas sus ganas.

 

Sólo una mujer.

 

Con todo su mundo interior

con todo su mundo expresado

con todos sus altibajos.

 

Sólo una mujer.

                                              

Con toda su complejidad

con toda su simpleza.

 

Sólo una mujer.

 

¿Solo una mujer?

A veces nos sentimos una,

a veces nos sentimos todas,

a veces nos sentimos que no somos nosotras.

A veces nuestra intuición no falla,

a veces nos equivocamos,

a veces nos rompemos,

a veces nos armamos,

a veces de nuevo podemos con todo.

 

Siempre sólo una mujer.

 

Laura Mondati – 2025

 


 

lunes, 19 de mayo de 2025

 




                        Poesía anónima. Retazos de un alma desconocida.



viernes, 16 de mayo de 2025

 

 

Cuento absurdo

 

La luna perfumada

 

Esa noche no era una noche cualquiera porque algo extraño sucedió.

La luna, que se enamoró del patio de la casa, decidió perfumarse y se puso un aroma a menta. Pero se excedió con la cantidad y quedó muy penetrante.

A Don Patio le molestó mucho y tomó su tijera de podar y estaba decidido a usarla.

-¿Qué vas a hacer con eso?- Le preguntó el malvón que estaba en la vieja maceta amarilla.

-¡Shhhh, cállate, ya verás! No te metas- Le contestó el patio. Y luego, por lo bajo, porque no quería que todo el mundo se enterara, le dijo susurrando –Tengo algo que hacer- Y se puso a podar, nada menos que, a los rayos de la luna, dejándola casi sin brillo.

Ésta se puso a llorar desconsolada. Sus lágrimas sirvieron para regar al malvón que estaba bastante desatendido. Siguió el llanto por varias horas. Estuvo a punto de inundar todo el lugar.

Don Patio sintió que había sido muy cruel, al ver el sufrimiento que le había ocasionado a su enamorada - Perdón, no quería hacerte daño- le rogó algo arrepentido- Perdóname por favor-

La luna preguntó - ¿Por qué me hiciste esto si yo no te hice nada? ¿Qué tienes en mi contra?

-Es que me molestó mucho tu perfume tan intenso. No me gusta el aroma a menta. Siempre me desagradó- le explicó para justificar su acción.

La planta de menta, que estaba en el cantero del fondo, se irguió casi dos metros por la indignación y le gritó –¡Eres un discriminador de aromas, además de un ignorante! -¿Cómo puedes oler si ni siquiera tienes una nariz?- agregó.

Don Patio le contestó fríamente- Lo hago a través de las grietas de las baldosas.

Y, así, siguieron discutiendo toda la noche, mientras la luna que ya no estaba enamorada, se iba alejando del brazo de la nube que hacía rato le había echado el ojo.

Nela Bodoc – 2025

 

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

 

Cuento

 

LA MARIPOSA GRANDE QUE HIZO TEMBLAR AL CACTUS INHÓSPITO

Hay un centinela junto al muro, que protege la vivienda de los maleantes que deambulan en busca de lo ajeno. Nadie osa acercarse donde él permanece inmutable.

No se mueve jamás, pero cuando alguien intenta llegar a su lado, él con mucha calma y parsimonia saca a relucir sus largas y temerarias espinas, que de solo verlas, los intrusos huyen despavoridos.

No hay abejas, ni mosquitos, ni chinches del arce, ni moscas que lograran posarse en él ni siquiera un instante, porque saben que de hacerlo tendrían una muerte dolorosa e instantánea.

Una mañana agradable de otoño me senté en el jardín a leer, arropado por el tibio sol de mayo. De repente se posó en la página diecinueve de mi libro, una bellísima mariposa multicolor; me impresionó su tamaño fuera de lo común. Era grande, muy grande.

Se quedó quieta y en silencio, solo me observaba, yo hice lo mismo.

La miraba embelesado sin moverme para que no se fuera, pero ella al cabo de unos segundos levantó el vuelo. La seguí con la mirada y… ¡Oh sorpresa! se posó en la frente del cactus inhóspito, éste se quedó quieto, temblando ante tanta belleza y yo, que miraba incrédulo al centinela guardián espinudo, me sentí feliz por haber ido a leer al jardín.

 

                                                                              Any Muñoz – 2025

 

 

martes, 13 de mayo de 2025

 

            

                        COMPARACIONES vs METÁFORAS

 

            Sus palabras eran tan frías como la escarcha en la madrugada.

            La escarcha de su repuesta me congeló el alma.

 

            Reía a carcajadas y su risa era como un concierto de campanillas.

            Las campanillas de su risa llenaban la sala.

 

            Al caminar, su pollera flameaba como una bandera al viento.

            Su pollera flameaba al compás de la brisa.

 

                            Nela Bodoc – 2024



lunes, 12 de mayo de 2025

 



UN SUEÑO REPETIDO

 

(Mis sueños casi siempre suceden estando yo muy despierta)

 

Cuando era niña y asistía a la escuela primaria soñé muchas veces lo que les relataré.

Era lunes por la mañana y el regreso de las vacaciones así que era un día muy especial, el reencuentro con mis compañeros era algo que deseaba ansiosamente, por fin vería a Carlitos, que era el chico que me gustaba. Di muchas vueltas en la cama, estaba realmente muy anhelante por entrar al aula después del largo verano.

Desperté con los gritos de mamá que decía que cómo era posible que aún no estuviera lista, que era una vergüenza llegar tarde el primer día, que…

Salté de la cama y a toda prisa me vestí, en pocos minutos debía estar en la escuela.

-¡Oh no! ¡No puede pasar esto justo hoy! ¡Mamá dónde está mi guardapolvo! Anoche lo dejé colgado en el ropero después de plancharlo y dejarlo impecable, ahora voy a sacarlo y la percha está vacía.

Grito, corro -¡Mamá, mamá! ¿Dónde está mi guardapolvo?

Es muy tarde y me desespero, revuelvo todo, pienso que tal vez estando medio dormida lo saqué ¡No! No recuerdo haberlo sacado, lloro desconsoladamente cuando de pronto lo veo en un rincón del ropero, arrugado y sucio, todo manchado, en eso estaba mirando triste mi querido guardapolvo cuando siento que golpean mi puerta.

-Hey vos floja ¿No piensas levantarte para ir a clases?- Era uno de mis hermanos que me avisaba que ya tenía que prepararme.

-¿Qué hora es?- le pregunté desperezándome.

-Dale nena, apúrate que son las siete, ya está listo el desayuno- dijo.

-¡Qué alivio!- exclamé feliz -¡Solo fue un sueño!

                                                                              Ana María Muñoz - 2025



viernes, 9 de mayo de 2025

 

Poesía

 

Mujer sin voz

 

¡Mujer!

¡No tienes lugar!

¿Por ser mujer?

¿Quién lo decide

que no sea yo?

Si yo puedo engendrar

con amor,

y parir con dolor;

si puedo arrullar,

consolar, educar,

¿Por qué no tengo lugar?

Si mi voz calma

el llanto de un niño,

y mi canción lo conduce al sueño,

¿Por qué no tengo lugar?

¡A mí no me hacen callar!

Porque puedo pensar,

porque puedo sanar,

porque puedo amar,

porque puedo soñar,

y por eso no necesito que me den lugar

ni preciso hablar

mi sola presencia

me da esa libertad.

 

Asunción Ibáñez – 2025


Consigna: En el mes de la mujer, compartimos unas figuras de rostros femeninos a los que no les han dibujado la boca. Le llamamos “Mujeres sin voz”


jueves, 8 de mayo de 2025

 

 Fantasía

                     

Eolina, el hada el hada del viento

 

Soy Eloína, el hada del viento, y las hadas mayores me dieron una misión a cumplir durante veinticuatro horas. Se trata de ayudar a los árboles a soltar sus hojas.

Lamento que mi tarea sea obligatoria solo por un día, porque me encanta realizarla. Quisiera que durara todo el otoño.

Soy una pariente, muy lejana, de Eolo, el dios del viento. Este asunto de los dioses me aburre un poco. Yo prefiero el mundo de las hadas. Somos más populares entre los niños, aunque entre algunos adultos también. Por algo estamos presentes en casi todos los cuentos.

Si me tuviera que describir, les diría que soy como una nube celeste, alargada, etérea y translucida. No tengo una forma definida, cambio todo el tiempo, según la necesidad.

Como toda hada que se precia uso un larguísimo y hermoso vestido de tul, ligero como yo. Su cola se pierde en el horizonte. Llama la atención de las otras hadas. Creo que, algunas, me tienen envidia.

Necesito acumular energía para soplar, soplar, soplar. Me alimento de la atmósfera, especialmente los días que corre más viento.

Soy muy liviana, casi no tengo peso y me deslizo ágilmente, ayudada por alguna corriente amistosa, entre las amarillentas copas de los árboles.

Desnudarlos me resulta muy divertido. Pero a veces es difícil ver que, algunos de ellos, se quedan muy tristes, aunque saben que no pueden escapar al ciclo de las estaciones.

Esta tarea no siempre es fácil, algunas hojas que están muy prendidas, requieren un esfuerzo mayor.

Cuando estoy cansada, me siento sobre una rama y converso con mis doradas amigas, que, cuanto más ajadas son, más amistosas se ponen. La mayoría están felices de que las libere y las lleve montadas sobre mi varita, a volar lejos, bien lejos.

Otras prefieren caer cerca y amontonarse alrededor del árbol para qué, en el transcurso del tiempo, se transformen en abono. Según ellas, esto, les da mayor trascendencia.

Terminé la jornada. Cumplí con la misión. Me pregunto si no tendré otra, hasta el próximo otoño.

Fin

 

Nela Bodoc – 2024 

 

 

miércoles, 7 de mayo de 2025

 

Un amigo inusual

 

Silvana, ahora viviendo en un nuevo departamento, viajaba a diario a su Facultad en un colectivo muy moderno. Habiendo tomado durante mucho tiempo, colectivos muy descuidados, subía asombrada por su comodidad, modernidad y buen servicio.

Ella es muy observadora, leía y estudiaba durante el trayecto a clases.

El chofer, llamado Sebastián, la saludaba a diario y le permitía viajar gratis, al ver que ella era amable, respetuosa y responsable.

- ¡Buen día Silvana, bienvenida! ¿Cómo está usted hoy? – Solía saludarla Sebastián.

- ¡Hola! Hoy estoy muy contenta, comenzaremos una materia que se llama Dibujo Técnico, y me permitirá dibujar las maravillas de su vehículo, y lo que me vaya asombrando de nuestro viaje. – Respondió Silvana, al referirse a su carrera, Diseño Industrial.

- ¡Oh, qué genial! Observe y anote todo lo que sienta innovador, yo he aprendido a manejarlo hace muy poco, así que aprenderé con usted.

- Wow… y es un Mercedes Benz…

- Así es. Es un colectivo urbano, ecológico, eficiente, moderno y, principalmente, autónomo, exento de la habilidad de un conductor. Usa un software que le permite realizar maniobras convencionales del transporte público: se detiene en las paradas correspondientes, recoge y deposita pasajeros y respeta las normas de tránsito, todo con tal eficiencia que no debo accionar dirección, frenos o acelerador en el trayecto – agregó el orgulloso chofer.

- Noto además que los otros pasajeros están tan asombrados como yo…

- Posee un modo de conducción confortable, suave, lo que además de permitir un viaje placentero para los ocupantes, garantiza un ahorro en materia de combustible, una reducción en el impacto por las emisiones nocivas y un menor desgaste de sus componentes – Respondió Sebastián.

- ¡No lo puedo creer! Ahora debo descender, pero por favor, sígame contando en el próximo viaje, será muy útil para mi práctica de este semestre. Muchísimas gracias, bendiciones.

Y Silvana se encaminó a su clase, estudiando, aprendiendo, observando todo a su alrededor, gracias a este amigo que la acercaba a la Universidad.

 

Gabriela Medawar – 2025

 

 

martes, 6 de mayo de 2025

 

Crear un personaje

 

 

EL VIAJE DE ROSENDO (Liberación)

Rosendo terminó la escuela secundaria con excelentes calificaciones, desde niño fue un buen alumno, al que le gustaba leer y también dibujar. Es un muchacho cariñoso con sus padres, de suaves modales y amables palabras para con las personas de su entorno.

Su uniforme escolar estuvo impecable durante su vida como alumno y su cabello rojizo y en abundantes rulos lucía muy prolijo, lo cual molestaba a sus compañeros ya que recibía continuas felicitaciones de los docentes.

Siempre soñó viajar cuando llegara el momento de dejar la escuela y cada día fue preparando en secreto un bolso de viaje muy grande que tenía dos manijas y dos bolsillos del lado de afuera. Dentro de él iba poniendo lo que le parecía necesario e importante llevar consigo. Puso una bufanda y unos guantes por si acaso le tocaran días fríos, también algo de ropa liviana y además varias cosas que sacó de la habitación de su hermana sin que nadie se percatara. Todo bien acomodado ya que detestaba la ropa arrugada.

Con sus ahorros compró un billete de tren y cuando todo estuvo preparado le comunicó a su familia que emprendería un viaje por el país durante algún tiempo, dijo que quería conocer lugares y personas diferentes para decidir qué rumbo darle a su vida adulta. Todos quedaron muy sorprendidos con sus palabras ya que nunca manifestó su idea de marcharse.

Era otoño, abril del año 1960 cuando Rosendo subió al tren y comenzó a realizar su sueño.

En su agenda tenía apuntados los lugares que quería visitar. Mirando a través de la ventanilla del vagón imaginaba cómo disfrutaría su nueva vida lejos de su pueblo, donde todos se burlaban de él y lo miraban con maldad.

Ya instalado en la ciudad elegida se preparó para salir a cenar, se puso una blusa colorida que le sacó a su madre del ropero y los zapatos de taco que le robó a su hermana. Se pintó los labios y se puso al cuello el bonito collar que le regaló su abuela cuando él era un adolescente. Se miró al espejo y se sintió feliz.

-Que lo pase lindo Adela- le dijo el conserje cuando salió del hotel.

Caminó libre, sin miradas de odio y recelo sintiendo en la piel el aire fresco del anochecer. Era el aire dulce de la libertad, miró al cielo y en silencio dijo:

Gracias abuela por entenderme y mostrarme el camino.

 

                                                               Ana María Muñoz – 2025

 

 

viernes, 2 de mayo de 2025

 


Bienvenido don domingo.

Un gusto, verlo de nuevo,

Gusta un mate, se lo cebo,

Pase usted y tome asiento.

Si le parece, le cuento

Cavilaciones del día,

Al comenzar, le decía

Mi breve charla con Dios

Y también su bendición

Me llega todos los días,

Y me calmo, pulso el tiempo,

Y me silencio de adentro…

Disfruto este momento

Es muy corto, pero eterno,

Si lo voy a mensurar.

Y le invito caminar

Unos pasos a mi lado,

Se va pronto, porque ha dado

Otros hijos visitar…

Luego a solas, quiero estar.

Un espacio con mi mente

Y meditar, solamente

Lo bello de haber estado,

Muy pequeño, acotado,

Unos segundos con Él,

Desde ahora vuelvo a ver

Lo cotidiano, lo diario,

Y no hago comentario

De su visita a mi fe,

Sigo mi marcha y soy fiel

Como todos los domingos

En su nombre va mi ritmo

Volveré en mi petición

Lo espera mi corazón

En su vuelta en siete días

Queda en mí la melodía

De una charla sin palabras

Y sigo mi caminata.

Brilla el día en su color

Y murmuro en mis adentros

¡Hasta el domingo, Señor!

 

                Alberto Coronel – 2024

 

 


jueves, 1 de mayo de 2025

 

Poesía.

 

Ellas

Ahí van ellas en silencio,

con la cabeza gacha,

haciendo, haciendo sin emitir sonido alguno.

Aceptando por no poder elegir,

aceptando porque así lo dispusieron.

Ahí van ellas con el nudo en la garganta

agachado la mirada

porque es como les enseñaron,

porque es como alguien dijo que tenía que ser.

Ahí van ellas, tantas son en silencio…

Tantas son sin poder expresarse…

Van detrás de ellos

para atenderlos, porque son los que disponen.

Ahí van ellas con sus palabras enjauladas

como pájaros queriendo volar,

pero no pueden, no se los permite el qué dirán.

Ahí van ellas tan calladas

tan apagadas intentando brillar.

 

Laura Mondati

Marzo de 2025

 

Consigna: En el mes de la mujer, compartimos unas figuras de rostros femeninos a los que no les han dibujado la boca. Le llamamos “Mujeres sin voz”

 

 

  Descripción   Canción: “LIBRE” de Pedro Capó. La sensación de plenitud que invade mi alma al escuchar ese himno a la libertad, lleva...