EL CASO
Un camión de gran porte que circulaba a alta velocidad por
la ruta 22, embistió a un tractor que se encontraba estacionado sobre la
banquina. Debido al impacto, éste se desplazó varios metros quedando incrustado
en una vivienda en la que funcionaba un almacén. No hay heridos.
LA ANÉCDOTA
Íbamos viajando desde nuestra casa en General. Roca hacia la
ciudad de Neuquén, era cerca del mediodía y hacía mucho calor. El tráfico era
intenso ya que era época de cosecha y los camiones cargados de manzana nos
tenían preocupados.
De pronto uno de ellos que circulaba a gran velocidad nos
adelantó en una curva y en su alocada marcha embistió un tractor que no supimos
por qué, estaba estacionado sobre la banquina.
Mi compañero estaba al volante y ante la situación, frenó
bruscamente, los niños que estaban en el asiento trasero se asustaron
muchísimo, Juan sangraba ya que se había golpeado la boca en la butaca de
adelante, yo aterrada llorando y sin atinar, de los nervios no sabía qué hacer.
El tractor, con el impacto, quedó incrustado en una casa a
la vera de la ruta, allí funcionaba un almacén donde varios clientes estaban
haciendo la compra para el almuerzo, gracias al cielo ninguno de ellos sufrió
heridas.
Cuando llegó la policía de tránsito eran muchos los
vehículos que estaban varados detrás de nuestro auto. Después de una hora o
algo más pudimos reanudar el viaje, todos sanos y salvos, solo Juan se
lamentaba porque con el golpe se le aflojó un diente.
Llegamos a destino sin más inconvenientes, pero el susto que
pasamos no lo olvidaríamos jamás.
En la ruta nunca se sabe lo que puede pasar.
Ana María
Muñoz - 2021