viernes, 30 de septiembre de 2022

 

NIÑO 2001               

                                  

El nuevo siglo ha parido

rio de sangre,

un oscuro niñito

cara partida,

vida hecha añicos,

que mama hambre.

 

¿Por qué te da vergüenza

que vea tus ojos?

¿No son, acaso, míos

esos despojos?

 

Un niñito que mira

siempre hacia el suelo

con vergüenza ajena,

que estira su manita

y un golpe espera

sin remontar vuelo.

 

¿A dónde vas pequeño

lleno de hambre?

¿A dónde está el discurso

que te lo calme?

 

Un niñito que hurga

asqueante masa

de basura extraña,

buscando un sobrante

para llevar a casa

y engañar su entraña.

 

¿Cómo son tus veranos

de sol ardiente,

en ese mundo raro

y maloliente?

 

Un niñito que ignora

la estadística incierta,

pero conoce heladas

en las calles desiertas,

como desierta es su alma

con esperanzas muertas.

 

Niño de negro futuro

y de búsqueda incesante,

¡Dónde estará el mendrugo

que aquiete tu hambre!

 

Niñito lleno de espanto

vacío de historia.

Niño color basura

seco de llanto

vida de escoria

bañado en lluvia.

 

¿Cuánto te debo, niño?

¿Qué estoy haciendo mal

para condenarte en vida

al basural?

 

                       Asunción Ibáñez

 

 

Agosto 2003- Un niño “ciruja” que buscaba comida en un basural de Neuquén es accidentado por una compactadora.

 

Del libro QUIMERAS, página 41 – Sexta impresiones - 2018 - Con autorización de la autora.

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 29 de septiembre de 2022

 

Micro relato

 

MINÚSCULO

Inspirado en un Luisito verdadero.


Era chiquitito. Luisito se llamaba. Minúsculo lo apodaron. Siempre el primero en la fila. En algo les ganaba a todos. No se destacaba en los deportes precisamente, aunque era veloz y escurridizo con la pelota. Creció, pero siguió siendo el más bajito, y flaquito. Ya llegando a la juventud, descubrió su lugar en el mundo, era el sujeto perfecto para ocupar el lugar de conductor en un prototipo de automóvil. Y de ahí saltó a piloto de Fórmula 1 ¡Encajaba perfecto!

Triunfó. Se casó y crió cinco hijos. ¿Minúsculo él? Ya nadie recordaba ese apodo.

 

Adriana Brescia - 2022

miércoles, 28 de septiembre de 2022

 

Canción de cuna

 

 

NONI NONI MI NIÑITO.

 

A nonito noni

mi niño chiquito.

A nonito noni

te doy un besito.

Duérmete tranquilo,

Noni noni noni

cierra tus ojitos.

Duérmete un poquito,

yo estaré cerquita

aunque no me veas

haciendo tortitas

mientras te asoleas.

 

Qué lindo mi niño

ya dormido estás.

muchos angelitos

rondan por acá.

 

Adriana Brescia - 2022

martes, 27 de septiembre de 2022

 

Metáforas

 

- Baja el arroyo cantando, con su tintineo de delicados cristales. Y se abre paso contorneándose como lustrosa serpiente.

 

-Salto brioso con la agilidad del águila levantando vuelo.

 

-Se revuelcan en el piso, enroscados de furia, luchando como dos lagartos en el desierto.

 

-Te miro y veo en tus ojos la transparencia de tu corazón.


                                                        Nela Bodoc - 2022

 

lunes, 26 de septiembre de 2022

 

CASO:

“Se trata de un animal de manchas marrones y blancas, adulta, que se encuentra en una granja empujando, aparentemente, una columna de cemento.

Es un día soleado, en medio de montañas y cercano a un bosque.”

 

ANÉCDOTA:

 

Reclamo

 

El granjero de una granja ecológica se ha demorado en sus tareas. Sus animales se han arrimado a buscarlo. Fue increíble porque todos supieron dónde buscarlo, estaba en su casa cercana, donde desayunaba con su nieto.

Una vaca joven, de manchas marrones, como denunciando el suceso, empujó la columna de la entrada, obligando al granjero a salir corriendo.

Desde entonces, el granjero se hace responsable alimentando puntualmente a los habitantes de tan inusual granja.

                                                              

Gabriela Medawar – 2022

 

Consigna: trabajar sobre la imagen de un vacuno apoyando su cabeza sobre una columna.

a)      Caso. Objetivamente.

b)      Anécdota: subjetivamente.

domingo, 25 de septiembre de 2022

 


Las palabras no siempre se las lleva el viento.

Si están escritas pueden traspasar el espacio y el tiempo.

 

                                               Taller Lápiz Creativo

viernes, 23 de septiembre de 2022

 

Aurora y sus super-poderes

 

Ella es una mujer joven y bien parecida. Se casó un año atrás muy enamorada. A los 20 años heredó dos super-poderes de su madre. Uno de ellos es que puede volverse invisible. El otro es que solo por pronunciar unas palabras mágicas y sin ningún esfuerzo puede preparar los platos más exquisitos que provocarían la envidia de los grandes chef del mundo.

Su marido desconoce esa realidad porque ella tuvo miedo de perderlo al contarle lo que podía hacer, ya que lo sedujo con sus preparaciones irresistibles.

A pesar de sus cualidades, Aurora es muy insegura y celosa. Tiene problemas por su baja autoestima. Y sus super-poderes no le sirven de mucho ya que no tiene dominio sobre ellos, No se puede volver invisible cuando quiere o no le dura el efecto lo suficiente.

El otro super poder le ocasiona unos cuantos inconvenientes. Al comienzo se ganó la aprobación de su familia política y la simpatía de los amigos y vecinos. Pero se le empezó a llenar la casa de comensales. Y no da abasto con los pedidos.

La otra noche vio por la ventana a su marido conversando, de forma muy amena, con una vecina bastante atractiva. Al menos eso le pareció. Y se le desataron los celos. Quiso escuchar la conversación sin ser vista y logró volverse invisible. Cuando estuvo junto a ellos perdió su poder. Al hacerse visible su esposo se sintió incómodo por la situación y se enojó por la desconfianza de su esposa.

Aurora se dio cuenta que perdía poder cuando estaba bajo emociones negativas. Con el tiempo logró tener un mejor dominio al usarlos para fines altruistas.

Lo que ella nunca supo es que su marido también tenía un super-poder. Él podía leer los pensamientos de su esposa.

 

                                                                              Nela Bodoc - 2022

 

jueves, 22 de septiembre de 2022

 

MICRO RELATO

 

Ellos andan siempre juntos.

Caminan juntos, corren juntos, entrenan juntos.

 

A veces van al spa y eligen el mismo color de esmalte.

Hasta se visten iguales.

A excepción del 21 de marzo.

                                                               Anamá

 

Un objeto habla de mí.

Lapicera amiga

 

Ella parece coleccionar lapiceras. Tiene muchas guardadas cada una en su estuche. Tiene, por ejemplo, varias lapiceras Parker que le regalaron sus padres en distintas oportunidades: cumpleaños, inicio de clases, cuando se graduó del secundario. Las más longevas eran con pluma común o de oro al igual que su capuchón, esa fue la que correspondió al regalo a su egreso del secundario. Se suponía que, como Perito Mercantil, tendría mucho que escribir. Y así fue.

Esas lapiceras funcionaban con un cartucho, que se cambiaba cuando la tinta fluida se agotaba, esta podría ser azul o negra y la pluma era de trazo fino.

Ella tenía y tiene una letra muy prolija, redondeada y sus escritos son bien claros, entendibles.

Luego con el paso del tiempo dio lugar a otros modelos, hasta que aparecí yo. De la misma marca pero bolígrafo retráctil, tic-tac.

Conmigo inició su afición por la escritura. La acompañé en su primer Taller de Escritura Creativa, hace varios años ya. Las dos temblábamos. La acompañe y dibujé con ella, sobre la hoja en blanco su letra cuidadosa, formando palabra tras palabra y enlazando el texto de un cuento breve que nunca imaginó que iba a escribir. Cuanta emoción sentimos y que ganas de seguir escribiendo y escribiendo… Historias que no conocía, creando personajes que tampoco conocía. Qué maravilla eso de adentrarse en ese mundo fantástico de la creación. Ella imaginaba y yo me dejaba llevar por su mano suave, la comunión perfecta.

Un día, no sé por qué, dejó de escribir. Creo que ni ella lo supo, pero así sucedió.

Tal vez en su mejor momento. Varios de sus cuentos y poesías fueron publicados en antologías, algunos premiados y otros guardados para su corrección y poder dar a luz en algún momento. Y yo, yo fui reservada en mi estuche, acompañando a las otras que me antecedieron. Fuimos reemplazadas por esas odiosas y modernas lapiceras de plástico ordinario que una vez que se acaba su tubo con tinta se desechan, se desechan… ¡Cómo ha cambiado todo!

A pesar de no escribir, se podría decir, que mentalmente ella lo hacía periódicamente, aunque no podía bajarlo de su mente a una hoja o en su computadora.

Decía y dice que está un poco “oxidada”. Y un día, poco a poco, como dejó de escribir comenzó a hacerlo lentamente. Sólo ella sabe cuánto le costó incorporarse a un nuevo Taller.

Una vieja amiga le dio un empujón oportuno, facilitándole el camino y aquí está, escribiendo otra vez.

Días atrás, arreglando un cajón, encontró los estuches que nos contenían hace tanto tiempo, nos acarició y miró con ternura, como se mira a un viejo amigo después que pasó el tiempo. Una luz de esperanza se encendió en mí, tal vez y sólo tal vez digo, volvamos a compartir ese tiempo de volar y crear nuevas historias para que algún lector pueda completar la obra del escritor.

 

García, Alicia Rita - Setiembre 2022

miércoles, 21 de septiembre de 2022

 

SOLTAR, CONTINUAR

 

Sentir el aire tibio que envuelve

despertándome en el atrio otoñal.

Mis pasos sobre anchas o angostas veredas

bordeadas de naranjos en etapa frutal.

 

Cobijada me encuentro por fragancias jazmineras,

que astutas miran asomando sus gajos

por rejas blancas, verdes, negras,

que perfilan casonas y atajos.

 

La suave brisa enjugada de lluviecita tenue

humedece el ambiente perfumado en mil olores,

superponiendo eucaliptus y azahares,

             compite gama de verdes, estaturas y grosores.

 

En rinconcito norteño eché raíces

que me atrapan en un proceso especial.

Cambiar de ropaje en conjunto

turnándose en eso de SOLTAR.

 

Desprendiendo doradas hojas

los arbustos y árboles en rito natural,

anuncian un letargo necesario:

Entrando en receso están.

 

Me detengo ante tamaño llamado

SOLTAR, SOLTAR, dando paso al renovar,

aroma cafeino en mi vuelo otoñal,

despliego mis alas ante el aventurar.

 

Soy una hoja más que baila y baila

en baldosas abarrotadas de otras más.

Algunas florecillas acompañan

coloreando este viaje estacional.

 

Tibia brisa canturrea en mis oídos,

en el crujir de amarillentas hojas

deshaciéndose en despedida final,

una más, en esto de SOLTAR PARA CONTINUAR. -

 

CRISTINA  - 2022

                                                             

martes, 20 de septiembre de 2022

 

 Trabajo en base a una imagen.

 

YO SOY LA JUANA ROSA

 

Hace muchos años que vivo en éste barrio, cada mañana cuando me levanto y me duele todo, empiezo a renegar, de la vida, de los achaques, de lo que sea.

Me visto despacio, no encuentro mis botas creo que las dejé en la cocina, es que anoche cuando me acosté estaba muy cansada. Ésta casa es demasiado grande y el cuerpo no acompaña para tanta faena, necesito alguien que me ayude.

Preparo el desayuno, me sirvo una taza de té y comienzo a pelar una manzana. ¡Ay por Dios qué caras están! y con lo que me gustan. Ya no sé cómo hacer rendir la jubilación, ya no se puede vivir así con los precios por las nubes.

Salgo a mirar cómo está el día allá afuera; porque la casa está hecha un desastre, como cada vez que vienen los amigotes de Juan a ver los partidos de fútbol. ¡Qué atorrantes! ¡Deberían limpiar antes de irse a sus casas!

¡Oh no! Otra vez tendré que baldear la vereda, éste árbol que todos dicen que es hermoso a mí me tiene muy cansada, con ésas flores que caen y se pegan en las baldosas, la gente pasa y las pisa ¡Cuánto trabajo me dan!

¡Ay de mí! Las vecinas me saludan alegres, yo no sé cómo se puede ser feliz con lo que toca vivir, el día es sólo para limpiar y ordenar.

Veo un par de enamorados que pasan cantando y sonriendo. ¿Será que debo dejar de enojarme y mirar la vida con más optimismo?

Tendré que probar.

                                                               Ani Muñoz - 2022

lunes, 19 de septiembre de 2022

 

Desapego

                                                            

                                                       Jaimito y sus cosas.


Jaimito es mi amigo, llegó a casa cuando yo era muy pequeña. Sólo yo lo veía, bueno, no sé si lo veía, pero sentía que estaba cerquita mío.

Cuando tenía mis crisis, en esas que nadie entendía qué me pasaba, yo le contaba a él y sé que me escuchaba. A veces sentía cómo acariciaba mi cabello, consolándome, y algunas veces sentí su cálido abrazo reconfortante. Era pequeño, de mi altura cuando yo estaba sentada en el suelo.

Crecimos, y él siguió siendo de la altura de mi medio cuerpo. Casi llegando a mi adolescencia. Un día me dijo adiós y se marchó, sin llevarse nada, y quedaron en mi casa muchas cosas que le pertenecían.

Hace una semana volvió. Está viejo y achacoso como yo, vino a buscar su diario, no sé dónde estará porque nunca lo vi, y me molestó que me lo reclamara, así que tomé una bolsa plástica, de esas negras enormes que sirven para muchos residuos y se la dí diciendo: “¡Meté aquí todas las cosas que te dejaste y que no me pertenecen y te las llevás!”

“¿Y qué hago con ellas?” – me preguntó.

“Bueno –le dije más calmada- oí que algunas personas llevan sus apegos, sus sentimientos y sus emociones, las que ya no les sirven, y las arrojan al interior de un volcán, lo que es una buena idea, pues lo devuelven a la tierra, purificados por el fuego”.

Jaimito comenzó a llenar su bolsa con unos lápices de colores viejísimos, pequeños e inservibles, gomas de borrar ya endurecidas, flores secas, un chicle masticado por vaya a saber quién, etiquetas de colección amarillentas, figuritas y escenas del pasado, abrazos ya en desuso, enojos amotinados, escenas de malos momentos, rencores con personas que ni siquiera supieron que nos habían lastimado, digo “nos” porque yo también los sufrí.

Aproveché y le dí una muñeca sin un brazo y con un solo ojo, la foto de un compañerito de la escuela que no sé quién es, una escarapela muy sucia con el alfiler oxidado, unos dibujos que alguien me regaló y otras cosas por estilo.

Trabajar juntos nos hizo sentir unidos otra vez, como cuando éramos niños. Luego nos despedimos con un largo y apretado abrazo.

Cargó la bolsa en su hombro y partió hacia el Oeste, buscando el Tronador para arrojar allí, a su ardiente vientre, las cosas, sentimientos y recuerdos que aligerarán nuestro presente.

Seguiré extrañando a Jaimito, pero sabiendo que estamos unidos y que siempre lo estaremos.

 

Asumi 2022



domingo, 18 de septiembre de 2022

 

Microcuento

 

¿VISITAS?

Charlaban amistosamente como tantas otras veces, mate de por medio. Y cuando menos lo esperaban sonó estrepitosamente una bocina. Luego el timbre. Pero no había nadie.

Adriana Brescia - 2022

 

viernes, 16 de septiembre de 2022

 

Pensamientos

 

Un aparente fracaso puede ser un triunfo, y un triunfo puede ser un total fracaso.

Un triunfo es casi imposible desecharlo, en cambio un fracaso es un volver a empezar.

                                                               Taller Lápiz Creativo

 

 

Carta

Mendoza. 22 de agosto del 2022

 

Querida Gladys:

 

Ayer recibí, con enorme alegría, tu carta. Ha sido una excelente idea retomar la comunicación epistolar.

Espero que te encuentres muy bien de salud al igual que con el resto de tus cosas.

Ya te había contado con anterioridad que estoy participando de un taller de escritura virtual desde el año pasado, a consecuencia de la pandemia. Pero no me había explayado sobre el tema.

El grupo está formado por alrededor de unas veinte personas, de distintos países, que nos reunimos una vez por semana por zoom Tiene una duración de una hora y media aproximadamente.

Esta conducido por Marta y Stella Maris que nos guían y traen las propuestas que van a ser los disparadores para la tarea del día. Una vez dada, la desarrollamos y luego lo leemos a nuestros compañeros.

En el transcurso de la semana enviamos la tarea al correo de Marta, quien lo corrige y lo sube al blog. Ya te enviaré el link para que puedas visitarlo.

Me olvidaba de comentarte que, antes de iniciar la escritura, hacemos una relajación que dirige Stella Maris y que nos sirve para crear un clima de creatividad.

Se genera un clima de cálida camaradería y de alegría. De la diversidad surgen relatos muy interesantes. Cada taller nos sorprende más. Es muy divertido.

Por todo esto, se me ocurrió proponerte que te unas al “taller del Lápiz Creativo”. Has demostrado tu capacidad para expresarte por escrito a través de tus cartas y no te va a ser difícil compartir.

La diferencia horaria de cuatro horas no será problema porque la reunión comienza a las seis y media de la tarde de aquí.

¡Decídete! Será muy lindo tenerte de compañera.

Te mando un fuerte y cálido abrazo con todo el calor del sol mendocino.

 

Nela

 

jueves, 15 de septiembre de 2022

 

Muerte

 

Has venido

rodeada de tristeza…

Música de fondo

con eternidad.

Buscando las lágrimas

que fluidamente

llenan mis ojos con intensidad.

Aquí solo el cuerpo aguarda,

si hasta la mente

se entrega ya…

Ven despacio, silente,

para llevarnos

una vez más.

 

Mirta Fernández - 2022

miércoles, 14 de septiembre de 2022

 

Experiencia

 

Dada la situación económica que vivimos, muy poco es lo que tiro, trato de dar utilidad a todo. Hoy, revisando mi placard, encuentro un montón de cosas con mucho significado, pero que ya no sirven y estorban, como son mis apuntes de la facultad y mis gastados y viejos pinceles y acrílicos.

En el proceso de ir tirando todo, descubro la necesidad también de desapegarme del deseo de no estar sola, es como una bufanda que llevo conmigo desde hace mucho tiempo, ya es momento de dejarla.

Me siento y cierro los ojos, percibo qué siente mi cuerpo ante esta situación. Mi cuerpo relajado, percibe el diálogo de mis vecinos, la risa de un niño que pasa, percibe el canto de un canario, la brisa de primavera, el calor del sol que entra por mi ventana. Veo el reverdecer de las plantas a mi alrededor, la puerta de mi vecino que sale, las hojas que la brisa va haciendo caer.

Un gran deseo de hacer cosas bonitas me abraza, un deseo reverente de salir y saludar al niño que ríe, de pintar un buzón para que mis vecinos reciban la correspondencia, una mirada al cielo agradeciendo y abrazando la Divina Presencia en nuestros corazones.

Ya no estaba sola, una rosa se había abierto en mi corazón, para compartir con todos su suave y delicado perfume.

María Gabriela Medawar – 2022

 

Tarea: Observar a nuestro alrededor y ver qué cosas ya no me sirven, qué cosas debería tirar en una bolsa. Trabajo de Desapego.

 

 

martes, 13 de septiembre de 2022

 

QUE NOS DICEN…

 

EL RELOJ:

El tiempo pasa….

 

EL VIENTO:

Vuela, iza tus alas.

 

EL SILENCIO:

Acércate, soy un perfecto refugio.

 

EL PUNTO Y APARTE:

Eso, ya terminó.

 

LA LLUVIA:

Lloro por ti.

 

LA ESPERA:

No desesperes…

 

LA ALEGRÍA:

Cuento contigo.

 

LA MENTIRA:

¿A mí? ¡No!

 

LA VERDAD:

¡Siempre a tu lado!

 

EL SUEÑO:

¡Relájate! ¡Yo te recibo!

 

EL CAMINO:

¡Adelante! ¡Camíname! ¡Disfruta! No hay punto de llegada…

 

EL PASADO:

Déjame ir, pero no me niegues…

 

EL PRESENTE:

Acá estoy, dispuesto para ti, ¡A vivir a pleno!

 

EL FUTURO:

Te espero, no te apures…

 

               Adriana Brescia - 2022

lunes, 12 de septiembre de 2022

 

 

                                               MI CIUDAD

 

Soy Ana María, vivo en Lujan de Cuyo desde hace 34 años. Vine de General Roca con mis tres hijos pequeños y mis valijas llenas de ilusiones. Mi barrio es 13 de Diciembre y queda cerca del Polideportivo municipal. Tiene anchas calles con frondosos árboles, los  que están en el frente los plantamos cuando compramos el terreno. Empezamos a construir nuestro futuro hogar en marzo de 1993, con mucha ilusión  y poco dinero. Ese mismo año nos mudamos a la casa propia.

 

Tengo muchas plantas, hermosos rosales, muchos cactus que cuando florecen son un deleite a los ojos. También algunos frutales, un limonero de cuatro estaciones, un cerezo y un damasco; con sus frutos elaboro exquisitas mermeladas que comparto con mi familia y mis amigas. A veces también  vendo a mis vecinas.

Luján es una pequeña ciudad (si digo pueblo se ofenden) de gente amable de costumbres muy arraigadas, les cuesta mucho aceptar los cambios y tardan en abrirse al forastero, lo cual fue muy difícil para nosotros, ya que nuestras costumbres eran muy diferentes.

 

 Mis hijos  estudiaron acá y después  se fueron a vivir a otros lugares, una vive en la sexta sección en capital, otra en Buenos Aires y mi hijo en La Puntilla. Solo quedé yo acá.

 

Me acostumbré a este lugar,  a sus costumbres, a su gente,  hoy en día no lo cambiaría, creo que acá terminaré mis años de vida.

 

Hay lugares muy lindos. Estamos cerca de las montañas y salir a matear los domingos a la vera del río Mendoza, cerca de la pre cordillera, es una linda oportunidad de contacto con la naturaleza. Ahora y en tiempo de pandemia es lo que más extraño. Ojalá pronto podamos retomar esa hermosa costumbre.  

 

Ana María Muñoz - 2020

 

 

 

domingo, 11 de septiembre de 2022

 

Soneto

 

                               Luz  

 

El marco viejo que quedó allá en el bosque

Refleja sin pudor una luz que brilla,

como un sol pequeño de la sierra,

como un sol libre y viajero, como espejos.

 

¿Qué misteriosa imagen sin sonido descansaba

entre los torneados brazos de aquel viejo?

¿Sostendría recuerdos de otros tiempos?

¿O habrá sido alguien que fue querida y olvidada?

 

Ahora sólo queda luz en aquel marco

que nos habla de gente que vivió

y ya no habla; llegó quizás a su descanso…

 

Porque en el bosque la tierra cubre con porfía

Todo lo que fue y ya termina:

Amores, versos, suspiros, sonrisas, armonías.

                     

Clara Molina 2021

viernes, 9 de septiembre de 2022

 

Razón

 

Se despertó de una pesadilla,

estaba oscuro,

tiró el vaso con agua al encender la luz.

Se sentó en la cama

 

Se levantó con el pie izquierdo,

y pisó un trozo de vidrio,

sus pantuflas estaban mojadas,

era un martes trece.

 

                                               Nela - 2022

 

jueves, 8 de septiembre de 2022

 

La merienda

 

Faltan apenas dos minutos y comenzará el torbellino. El primero en llegar será el gurrumíno, Alejo, vendrá como todos los días; delantal sucio, botones saltados, pelo revuelto, la cara manchada de tinta, arrastrando la pesada mochila que arrojará sobre mí. Detrás entrarán Lucas y Mati, a la carrera como siempre, con los cachetes bien colorados y muertos de hambre y de sed. Estarán exhaustos, revolearán las carpetas y los libros y, sin lavarse las manos, se abalanzarán sobre la pobre heladera que ¡Quedará fría de miedo! Y más blanca que nunca.

Y entonces me descubrirán, aquí bien plantada sobre mis cuatro patas como siempre, esperándolos estoicamente, aguardando la arremetida. El mayor le gritará a los otros mientras arrastrará la silla contra el suelo, que me repasen con la esponja y Maxi repartirá los individuales, siempre es el más cuidadoso de los tres y con rapidez irán cayendo sobre mí, la manteca, el tarro de galletitas, la panera con flautitas, el dulce de frambuesa, que le encanta a Lucas y el frasco de dulce de leche que los tres atacarán con sus cucharas. La azucarera llegará planeando mareada de tanto revoloteo y por último los tazones de chocolatada con leche, eso sí, bien caliente para ser derramada en cualquier momento sobre mí. Luego y por unos instantes, sólo por unos instantes, la ingesta los mantendrá calmos, para seguir después con el maltrato. Y más tarde los deberes y los libros y las carpetas y la tele, ah sí, la tele a todo lo que da. Pero, ¿Qué sería mi vida sin ellos?... Sería mucho más tranquila, sin dudarlo.

Lo esperado, están llegando, los escucho y por lo visto llegan con invitados.

Bueno Juanita…a prepararse, que el día viene duro. En otra oportunidad les contaré el origen de mi nombre.

 

GARCIA, Alicia Rita- 2022

miércoles, 7 de septiembre de 2022

 

 

EL SOL Y LA LUNA

El sol que llama a la luna

sonríe y lanza sus rayos,

la luna tímida y blanca

llama a los vientos, cambia las aguas

 

El sol camina contento

del este al oeste avanza sonriendo

la luna se queda quieta,

se esconde, muestra la orilla

de su vestido de plata.

 

Los chicos quieren al sol

porque juegan sin parar

pero en la luna leen dibujos

que no pueden descifrar.

 

Así entre el sol y la luna

pasan los días del año

¡Qué maravilla es el sol

que ilumina y da sus rayos!

 

¡Qué maravilla es la luna

que de vez en cuando aparece!

Tiene una luz transparente

que conmueve hasta a los peces.

 

Clara Molina - 2022

martes, 6 de septiembre de 2022

 

Pensamientos

 

La sabiduría consiste en saber cómo usar con provecho la energía de que disponemos, ya que no es ilimitada.

 

No podemos pensar en cambios, en algo nuevo, sin algún grado de incertidumbre.

Osar.

 

En el devenir está presente la Renuncia. Nos adaptamos a la realidad con inteligencia, perseverancia, reversibilidad y participación.

 

Encerrados en nuestras estructuras es difícil ejercer nuestro libre albedrío, desde donde podríamos generar cambios.

 

Si nos detenemos a contabilizar nuestras carencias, restamos fuerza a nuestra capacidad creadora.

Taller Lápiz Creativo

lunes, 5 de septiembre de 2022

 

Álamo

 

El arbolito de mi calle

quedó desnudo

luego de mutar vestidos

de diversos colores,

el viento se los quitó de a poquito.

El frío lo lastima por las noches

él no llora ni se lamenta,

sigue en pie erguido, orgulloso de su porte.

Uno que otro pajarito

se asienta en sus ramas y

columpia en el aire.

Él renace una mañana

y diminutos brotes

retoñan en sus ramas

de un radiante verde

como la primavera.

 

               Patricia Vasquez - 2020

domingo, 4 de septiembre de 2022

                

                           A veces el silencio,

                     y contemplar un árbol,

                     nos acerca a la conciencia

                     de la Divina Manifestación.

                    

                                                Teresa

sábado, 3 de septiembre de 2022

 

No he de sentirme vencido,

y aun vencido lucharé,

la esperanza de la fe

y su pujanza de amor,

el cactus siempre da flor

en el desierto y sin agua,

daré calor a mi fragua

¡No hay tiempo para el temor!

              

                Alberto Coronel

viernes, 2 de septiembre de 2022

 

No hay mal….

 

-No hay mal que por bien no venga- reza un conocido dicho. A mí me resultó muy cierto.

Esa mañana estaba por salir en mi bicicleta para ir al centro que está a unos ocho kilómetros de mi casa.

Tenía que hacer un trámite algo complicado que requería cierta documentación importante y no había reunido, aún, todos los papeles.

Estaba un poco desconcentrada y algo desordenada. Tal vez porque es una tarea que me desagrada, siempre trato de evitar cualquier tipo de trámite. Algo había alcanzado a preparar la noche anterior, pero me faltaba un documento, el más importante. Lo busqué en el lugar donde guardo normalmente lo que es de cuidado, y no estaba allí. Busqué y busqué, revolví, como quién dice, cielo y tierra….y nada. No dejé escritorios y cajoneras sin revisar.

Este trajín me llevó más de media hora. Me tiré sobre la silla, exhausta y enojada conmigo misma .Miré la hora, se me estaba haciendo tarde, iba a perder el turno que me habían dado.

De pronto sentí una ligera brisa que pasó por mi cabeza como si hubiese sido una sutil caricia,  fue un gran alivio.

Una voz en mi cabeza, que no era mía, me decía que no debía preocuparme, que lo podría resolver en otra ocasión. Y me relajé totalmente.

Pensé en aprovechar lo que quedaba de la mañana en hacer las compras de la semana.

Cerré la puerta de la reja de mi casa, me puse el casco y me monté a la bicicleta. Sentí un ruido y un movimiento extraño. Y, como en cámara lenta me iba cayendo. Se había quebrado la vela y se abrió el cuadro de la misma.

Si no hubiera tenido la reja cerca, de la cual me sostuve, podría haberme lastimado seriamente. Todos los contratiempos anteriores sirvieron para evitarme un hecho grave.

Mi ángel de la guarda me protegió y le dí las gracias.

Ese mismo día encontré el documento tan buscado. Estaba sobre la mesa del comedor, tan visible que parecía estar llamándome. Y una gran sonrisa se instaló en mi cara.

 

Nela Bodoc - 2022

jueves, 1 de septiembre de 2022

 

Microcuento

 

DIBUJANDO SOBRE LA FIDELIDAD

Vino sin que lo llamaran. Dio unas cuantas vueltas. Se fue sin que lo echaran. ¿Ensaya ser fiel al amo?

                                                                              Adriana Brescia – 2022

 

 

LA ZAPATILLA

Allí entre los trastos viejos olvidada, la zapatilla de baile giraba y giraba.

Recordando a Elena, la que bailaba.

Elena se fue, nunca más volvió; pero sus traslados están aquí, en la zapatilla que escucha la música y ama los giros.

Allá en los trastos viejos, Elena está viva.

                                                                              Clara Molina - 2022

 

 

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