miércoles, 31 de agosto de 2022

    


                                                         SUEÑO INCUMPLIDO


Parecía un hombre fuerte al elegir,

tenía la libertad y la fantasía

de romper con la desigualdad

que causaba tanta tristeza y ansiedad.

Soñaba que la sociedad sintiera el abrazo

y la conexión entre gobernantes y gobernados.

Estaba cansado del rechazo

y luchaba con entereza por la unidad.

Era un ser digno de admiración.

Siempre recto, siempre justo

como venido de otra galaxia.

Un extraño en este tiempo de confusión.

Un día cansado de tanta maña

guardó sus cosas en la valija.

Ropas y libros dentro de ella,

subió muy alto en la montaña

y en una cueva guardó sus sueños.

 

                                                                                        Ana María Muñoz - 2022

martes, 30 de agosto de 2022

 

Única

 

Lucía era una niña diferente. Su mamá le hacía hermosos vestidos de organdí, adornados con cintas de raso brillantes, pero a ella le encantaban los pantalones jardineros y las zapatillas de lona en lugar de los brillantes zapatitos de charol que le compraba su mamá.

Había nacido con superpoderes, por ejemplo, cuando su maestro planteaba un problema en la pizarra, ella no se podía quedar callada y decía en voz alta y alegremente la respuesta, por lo que la enviaban castigada a la dirección “por haber espiado los apuntes del maestro".

Le encantaba trepar árboles y paredes, no puestos de privilegio y esas cosas, que nunca le interesaron. En los actos escolares todas las niñas querían ser la princesa, ella quería ser el ratón.

De grande comenzó a usar sus “poderes especiales” que le acarrearon muchos dolores de cabeza. Sabía cuando alguien mentía, y muchas veces se lastimaba la legua al mordérsela por no gritar “mentiroso”, motivo por el que no pudo vender autos usados ni entrar en política.

Así que llegó el día en que se propuso utilizar esos extraños poderes, se esforzó y logró encausarlos de algún modo. Así pudo ayudar a los enfermos, porque cuando alguien está enfermo se olvida de mentir, aunque descubrió que hay mentirosos que no saben que mienten, que son los que se mienten a sí mismos, los que le daban mucha pena, porque a los que mienten con intención de ocultar le producen muchos enojos y no los soporta.

Ha comenzado a escuchar sus propios sueños, que le dicen quién necesita ayuda urgente, o cuidado, o una sonrisa, o un guiño cómplice.

Pero en su vida encontró y necesitó deshacerse de truhanes, estafadores y chantas.

Ahora tiene otra ilusión: escribe cuentos con otros personajes como ella, y es feliz porque esos no mienten.

                                                                                              Asunción - 2022

lunes, 29 de agosto de 2022

 

Descripción

Sueños de mi infancia

 

Todos los niños tienen personajes que les gusta emular. Mi favorito, a los nueve años, era “Tarzán el rey de la selva”. Admiraba y envidiaba sus increíbles habilidades, que yo trataba de imitar.

Trepaba cuanto árbol cercano había. Trozos de soga, tiras de trapos viejos y otros elementos hacía las veces de lianas que usaba para bajar de alguna rama.

Mi inspiración era una novela que escuchaba todas las tardes en la radio, que se llamaba “las aventuras de Tarzán” No teníamos televisión y todo estaba librado a la imaginación.

Quería explorar, internándome en selvas peligrosas, que no eran ni más ni menos que los pastizales del baldío cercano. Y enfrentarme con fieras salvajes, pero solo aparecía algún perrito, o un gato o alguna lagartija. Pero eso no frustraba mi aventura.

Mi hermano, un año menor que yo, era un buen compañero de juegos mucho más osado y más hábil que yo. El único problema era que no podía convencerlo que me dejara ser Tarzán de vez en cuando. Me resignaba a ser Jane si quería seguir jugando.

Nuestro jardín, de un tamaño aceptable, era una buena escenografía para las infantiles fantasías. Muchas noches de verano dormíamos afuera. Era maravilloso contemplar las estrellas en aquellos cielos menos contaminados. Mi hermano no le tenía miedo a nada. Pero yo, si escuchaba algún ruido extraño o veía a alguna araña huía a buscar refugio en la casa.

Nuestra madre, tal vez por ser muy joven, era cómplice, nos entendía y nos ayudaba. Muy habilidosa para trabajar la madera nos había construido una carpa con estructura de madera cubierta con una loneta. También nos ayudó a armar arcos y flechas.

Runcu, nuestro perro, pobre víctima, podía ser tanto un león como un rinoceronte o, con bastante imaginación, la mona Chita. El problema era que no lo podíamos subir al árbol.

No importaban los raspones ni las magulladuras porque nos divertíamos mucho. El tiempo para el juego, siempre resultaba poco. Protestábamos cada vez que nos obligaban a entrar.

De vez en cuando viene algún recuerdo a mi memoria de aquella época feliz. En el fondo algo me queda de ese espíritu de aventura.

 

Nela Bodoc - 2022

domingo, 28 de agosto de 2022

 

microcuento

 

                                    DECIRES…

                                Su boca dijo que sí, pero sus ojos, ¡No!

            Adriana Brescia - 2022

sábado, 27 de agosto de 2022

 


La vida es una gran cocina donde eres el chef, puedes copiar el menú, puedes adaptarlo al espacio y tiempo, puedes tomar los ingredientes que estén a tu alcance, pero lo más importante es que eres tú quien  lo decides: probar, aprobar o reprobar, pero sabes que siempre tienes posibilidades de re versionar tu receta. 


                                                                                AMI.



viernes, 26 de agosto de 2022

 

Objetivo

 

Podemos

Crear sin competir,

Validar el esfuerzo ajeno,

Abrirnos y ver lo que hay en nuestros corazones,

Relacionarnos con respeto:

Empatía es amor.

 

            Taller Lápiz Creativo - 2022

Querida Elena:

Hola, qué gusto es escribirte, ¿Cómo has estado? ¿Cómo es vivir en Chile, tu nueva casa? Aquí, en Mendoza, el clima es amigable, algo consolador frente a la huelga de maestros que recorre nuestras calles.

Aprovecho que tienes talento para escribir y que gozas leyendo, para invitarte a un hermoso Taller de Escritura que se hace de forma virtual. Comienza con unos minutos de meditación, bellísimo y, luego de recibir la consigna, escribimos lo que nos nace en un cálido silencio y recogimiento. Luego compartimos los trabajos.

Creo que te va a gustar, a todas las compañeras nos gusta escribir y dedicarle unas palabras, quizás a través de un cuento, una poesía, lo que podamos sea planteado en la consigna.

El Taller es virtual y te llenará de alegría y recogimiento, será una oportunidad de aprender, compartir y expresar lo que nuestro corazón siente.

Te envío un gran abrazo, confírmame si te inscribo.

Gaby

 

Consigna: escribir una carta con formato tradicional.


jueves, 25 de agosto de 2022

 

Cuento

 

UNA LEYENDA

Había una vez una niña tan pequeñita, pero tan pequeñita que andaba a los saltitos por las calles para alcanzar a sus amigos que corrían y jugaban sin verla.

Una noche la niñita se sintió sola, pero muy sola. Se fue a su casa y empezó a llorar, y lloró y lloró tanto que sus lágrimas llegaron al suelo y empezaron a rodar hacia una puerta.

La puerta daba a la calle y la lágrima más grande pegó un salto y cayó en la vereda. Allí se quedó un momento pensando. El perfume del jacarandá la llenó toda; pero había otro perfume, otro olor más penetrante: era el mar, la lágrima, que acababa de nacer, no conocía el mar y como era muy curiosa empezó a girar sobre sí misma para quedar frente a ese aroma mezcla de sal, de peces, de altas olas.

Allá enfiló suavecito, reflejando una estrella que la miraba sorprendida. Un hombre la vio y, admirado, trató de atraparla. ¡Cómo te resbalas en mis manos!, pensó, la retuvo e intuyó que era una lágrima. ¿Qué historia tendrá guardada en su memoria de sal?

La mano blanda la sostuvo y la llevó más cerca del mar. Allí se resbaló, se perdió entre unas piedras en la oscuridad de una selva umbrosa.

¿Dónde estaba su estrella?, la que la cuidaba. Perdida entre las hierbas del polvoriento camino, puso empeño y siguió su instinto, su intuición de lágrima de dolor, y despacito siguió rodando hasta que llegó a la orilla del mar. El sonido que de allí venía la estremeció y tuvo miedo. Ahí sintió su soledad. Estaba oscuro. No llegaban las luces de la noche.

Su estrella la vio, porque las estrellas ven todo, y mandó un rayo de luz a la lágrima asustada. La luz la envolvió y esa gotita redonda de pena y de sal se convirtió en una estrella pequeñita que brillaba allá en el cielo.

 

Clara Molina - 2022

miércoles, 24 de agosto de 2022

 


A nuestro Ángel Guardián

 

Cuídanos, Ángel querido,

cuídanos y llena de luz

a nuestro noble camino

y bajo tu manto somos bendecidos.

Llénanos de sanos juegos,

de divertidas y alegres canciones,

con lo que podamos llenar de colores

rodeados de estrellas y verdores.

Cuídanos Ángel Protector,

te invoco con alegría y amor,

porque brillas con tu bendición

y a todos nos abrazas sin pudor.

 

Gabriela Medawar – 2022

lunes, 22 de agosto de 2022

 

Prosa poética

 

Un Anhelo

Yo quisiera que algún día me sonrieras y dijeras: “Hola Clara, este perfume, este brote, esta rama son para vos que me cuidas.”

Quisiera hablar con las plantas, con las nubes y la lluvia y que cada una de ellas me contara sus secretos.

¿Será un deseo muy loco hablar con duendes y ardillas?

Siempre quise ir más allá, ¿Podré volar si lo intento?

¿Podré volver con el viento?

Pasar el espejo mágico y encontrar al sombrerero, a las hadas y a los niños que ya hicieron el intento.

Entonces ahí me quedo, esperando que mi sueño se concrete en este día, o a la noche, con buen viento.

 

Clara Molina – 2021

 

 

domingo, 21 de agosto de 2022

 

Microcuentos

 

...Y la ola la engulló.


*** 


 

Todos querían ver pero ya nadie tenía ojos.


Lorena Manzini Marchesi - 2022

 

sábado, 20 de agosto de 2022

 

Bendito sea el que da

sin importarle a quién,

en su alma está el amor,

y en su camino, el bien.

Alberto Coronel

viernes, 19 de agosto de 2022

 

Creencias  urbanas

 

Una de tantas

 

Descubrí, hace poco, que una de mis mejores amigas es bastante supersticiosa.

Estábamos en mi casa tomando el té y compartiendo un grato momento, cuando recordamos que teníamos un compromiso con otra de nuestras amigas. Nos dimos cuenta que estábamos escasas de tiempo por lo que salimos apresuradamente.

Habíamos recorrido algo más de una cuadra, en dirección de la parada de micro, cuando recordé que no llevaba la Sube, la tarjeta para abonar el pasaje. Le dije a mi amiga que teníamos que volver a casa para buscarla. Y así lo hicimos.

Me llevó un buen rato encontrarla porque soy un poco desordenada. Ella comenzó a ponerse nerviosa y me señaló que nos quedaba poco tiempo para alcanzar al micro.

Cuando atravesé el umbral de la puerta y me disponía a echar llave, pegó un grito – Tenemos que sentarnos en una silla antes de volver a salir. ¡Es mala suerte si no lo hacemos! ¡Nos puede ir muy mal!

Luego de mi sorpresa le contesté - ¡Bah, son pavadas. No puedo creer que pienses así! Y haciendo caso omiso de su advertencia, cerré y partimos casi corriendo a la parada.

Llegamos, casi sin aire, e hicimos la seña al último micro que pasa por mi barrio. Pasó delante de nuestras narices, sin aminorar la velocidad, ignorándonos por completo.

Enojada, mi amiga exclamó- ¡Viste, te lo advertí!

                                                                                              Nela Bodoc - 2021

 

 

jueves, 18 de agosto de 2022

 

Personaje

 

Letras revueltas

 

Samuel tiene 13 años, vive en el llano con su madre, Aldana, y gusta jugar mucho con sus perros y sus Rastis. Es muy aplicado en la escuela pero no siempre juega con sus amigos, prefiere a sus mascotas.

Mientras él juega, su madre revisa los apuntes de sus alumnos, ya que ella es maestra de Lengua, y luego dedica tiempo a la lectura.

Samuel, inquieto, vino corriendo a lo de su madre, tropezó y en un suspiro dio vueltas las palabras escritas en los cuadernos.

Con gran sorpresa Aldana exclamó: - ¿Cómo hiciste eso, Samuel? ¡Diste vuelta las palabras!

- Sólo soplé, mamá.

- Hazlo de nuevo – Indicó Aldana.

Samuel se incorporó, sopló con más viento, y las palabras formaron esta frase en el cuaderno: “La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.”, de María Montessori.

Y Aldana estaba tan contenta con el resultado que armó nuevas frases para sus alumnos, les agregó un dibujo, un caramelo y terminó así su amorosa tarea de enseñar a la clase de la escuela.

 

Gabriela Medawar ´2022

miércoles, 17 de agosto de 2022

 

El otoño en mi vida       

 

Este año…

Nunca palideció el otoño

y se llenó de ocre y jazmines,

en especial llovía con asombro

sus hojas amarillas, y pensaba

largamente en tu ausencia infinita,

desafiando al amor que me dejaba

abandonada, sin saber de tu presencia.

               

Mirta Fernández - 2022

martes, 16 de agosto de 2022

 

Anécdota

 

HEROICO JOVEN TORO

 

Era un joven toro apocado, con incipientes cuernos, a manchas marrón claro y blanco.

Era un soleado y brillante día de sol. La hierba verde crecía alta, el bosque a lo lejos lo protegía. Él estaba triste, se sentía solo. ¿Dónde estaban los demás, sus compinches, y las vacas? ¿Qué había pasado?

¿Estarían jugando a las escondidas?

Entre su tristeza y soledad, descubrió frente a él que un poste de cemento de la luz, tambaleaba. Entonces, en un acto de arrojo y valentía, con toda la fuerza puesta en su frente decidió ir a sostenerlo.

Justo en ese momento yo pasaba por ahí, y pude captar ese espectacular instante.

Así apareció la foto en los periódicos, con el titular que decía: “Joven toro salva a un pueblo de quedar a oscuras”

 

ADRIANA BRESCIA – 2022

 

Consigna: trabajar sobre la imagen de un vacuno apoyando su cabeza sobre una columna.

lunes, 15 de agosto de 2022

 

Ensayo

 

LAS COMUNICACIONES ATRAVÉS DEL TIEMPO

A medida que pasa el tiempo, se ve cómo han cambiado las relaciones y las comunicaciones aún intrafamiliares. En casa papá hablaba y no se lo interrumpía. Su costumbre era relatar todo lo que le había pasado, escuchado, asombrado.

Los hijos no hablábamos. Silencio y respeto.

Recuerdo los relatos de aparecidos que hacían con sus hermanos, en la noche alrededor de la mesa. Yo tenía miedo de irme a dormir sola, pero nunca dije nada. De mi hermano no sé qué pensaba ni qué sentiría

Después vino la televisión; las noticias y las novelas románticas ocuparon la atención de los habitantes de la casa. Yo estudiaba y leía.

Cada uno seguía en su mundo y en sus preocupaciones.

Las decisiones sobre estudios no pasaban por una evaluación familiar. Eran personales. Tampoco opinábamos sobre la economía del hogar, ni las costumbres gastronómicas.

Eso es lo que había.

La vida en la escuela, las amistades del barrio, las distintas costumbres en cada casa eran objeto de observación y aprendizaje.

Sí, teníamos música, cada uno aportaba lo suyo en ese campo con discos pequeños de vinilo.

Llegó el teléfono y el novio. Puntualidad para hablar (no a cualquier hora), puntualidad para salir, puntualidad para las relaciones. Todo a horario. Todo correcto.

En esa casa la gente iba y venía como en un relojito. Cada uno hacía su entrada y salía.

La universidad fue la liberación. Leer mucho, opinar, expresar gustos, definir.

En la universidad se trabajaba con fotocopias y libros. No había apuntes de profesores, eso vino después. Eran los originales.

No había panfletos políticos ni científicos. Era la Facultad de Filosofía y Letras y allí se respetaba lo establecido.

Era otro mundo. El mundo de las ideas.

Pensar, elegir, saborear lo dicho o elaborado. ¡Qué mundo hermoso con profesores inspirados!

 

Clara Molina - 2022

viernes, 12 de agosto de 2022

 

Micro relatos

 

Inesperado

 

Iba y venía una y otra vez, los nervios lo consumían, como él lo hacía con los cigarrillos. Una puerta se abrió y escuchó una voz que le decía: -Señor Gutiérrez, lo felicito, acaba de ser padre de cuatro hermosas niñas.

No escuchó más nada. Se desplomó.

 

                                                                                                                         ********

Pasillo largo……

 

Pasillo largo, puerta en el medio. Abrió apurada. Se dirigió al cuarto. Corrió la puerta del placar. No encontró ni su ropa, ni su reloj ni el perfume que tanto le gustaba Todo estaba vacío. Vacío como su alma desolada, vacío como su corazón destrozado.

                                                               ******

Bruma

 

La había buscado por todos lados. Se le ocurrió mirar en el cobertizo. Quedaba poca luz, apenas veía, pero supo que estaba allí. Extendió la mano y rozó su hocico húmedo. Siguió tanteando y tocó unos cuerpecitos. Ella lamió su mano, orgullosa le presentaba a sus pequeños.

¡Bruma, su hermosa Bruma, había sido mamá!

 

                                                                ******

Irrealidad

 

No quiso ver ni quiso oír, mucho menos sentir.

Tapó su cabeza con la almohada y se durmió.

La guerra había quedado afuera.

 

                                                              ******

Llegar

 

Sólo quería llegar. No importaba el hambre ni la sed o el cansancio. Sólo quería llegar. Llegar a tiempo, para besar su mano y cerrar sus ojos.

 

                                                                        *****

Entrega

 

Tomó su mano y caminó rápido junto a él. No sabía a dónde se dirigía y no preguntó.

Era mejor no saber.

 

                                                                     *****

La vista gorda

 

De tanto en tanto, se descuidaba. Miraba para otro lado. Dejaba que hicieran. No lo haría más rico ni más pobre una fruta más o menos.

Esos niños lo necesitaban más. Lo hacían por hambre.

 

Alicia Rita García – Julio 2022

jueves, 11 de agosto de 2022

 

Microcuento

                                                                              ¿Quién dijo?

Caminaba sola, sin compañía aparente, porque el sol iluminaba su espalda y el aire despeinaba su cabello.

Se sentía libre, por primera vez evaluaba ese término: “Libertad”.

Supo que ser libre puede ser doloroso, quizás se espere demasiado de esa palabra, porque una cosa es lo bello que se escucha y otra cosa es cómo se encaja en ella.

Ya no tendría que bañarse; cuando era niña la obligaban y ella aprendió a hacerlo cada día. Ni tendría que ir al trabajo y ver caras adustas y codiciosas. Ni aceptar salidas sociales ocultando su disgusto.

Ahora corre libre por el campo. Se oyen las campanas, ya es la hora de volver para acompañar hasta el camposanto a sus seres queridos sufriendo su ausencia.

                                                                                              Marta Ibáñez - 2022

 

miércoles, 10 de agosto de 2022

 

                SOLEDAD


                Esperando en soledad

                la llegada de un abrazo,

                la mujer entristecida mira

                y busca algo allá abajo,

                nubes de tempestad que rompe un rayo

                manifiestan su rechazo.

                Ella quiere intervenir y correr

                hacia una sombra, la sombra de una visión,

                la sombra que cruza hacia las chispas

                que brillan entre las espesas ramas.

                ¡Qué confusión más amarga

                la que vive aquella niña

                imaginando ese mundo

                que brilla, que tiene alma!

                Pero a ella no le llega ni la rosa,

                ni el perfume, ni la sombra, ni las llamas,

                ni la calma.

                La joven mira asombrada

                la luz que brilla allá abajo,

                es un cuadro retorcido

                de rincones y de atajos…

                Nunca sabrá si escondido,

                se quedó algún recuerdo

                de sonidos y de besos.

 

             Clara Molina – 2022


Inspirado en la obra de Xul Solar “Celda na roca” - 1948

 

martes, 9 de agosto de 2022

 

Leyenda

 

                                                               La leyenda de “sanar”

 

Paulina, desde muy pequeña, cuando alguien le preguntaba qué quería ser cuando fuese grande, contestaba que “doctora”, porque quería curar a la gente. Pero quería eso porque su salud no era buena: siempre tenía visitas al médico, o al hospital, o al centro de rehabilitación.

Para sentirse mejor, cuando se sentía muy triste, comenzó a hablar con su hada madrina, a la que llamó Estrellita, a la que preguntaba siempre por qué ella tenía tantos problemas, pero sólo recibía el silencio por respuesta.

Un buen día en que, como de costumbre la recibió el silencio, en Paulina se desató una rabieta tremenda, muy semejante a un huracán con sollozos de muchos kilómetros por hora y lágrimas de muchos litros por metro cuadrado y gritos de elevados decibeles. Cuando a la descarga le sucedió la calma, llegó la respuesta: Hazme preguntas, pero una por vez –dijo Estrellita- pero una cada tres días, y yo las iré contestando.

Llegó el día uno y la niña preguntó: ¿Por qué estoy enferma?

Para que reconozcas la salud –contestó el hada.

Tres días después la niña preguntó: Por qué me tienen que ayudar con masajes para caminar?

Para que conozcas el valor del movimiento –contestó Estrellita.

Pasados tres días Paulina preguntó: ¿Por qué tengo que tomar tantos remedios?

Para que alcances la salud del cuerpo –fue la respuesta que recibió de su amiga invisible.

Tres días después preguntó: ¿Y para qué me servirá todo eso?

Y Estrellita contestó: Para que cuando seas grande y seas una buena profesional de la medicina puedas ponerte en el lugar de pacientes con completo conocimiento.

A los tres días la niña preguntó muy tímidamente: Y si yo no llegara a ser grande y a estudiar medicina, qué sería?

Y por primera vez el hada Estrellita se hizo visible a sus ojos, y con una dulce sonrisa en su hermoso rostro regordete le contestó: ¿Eso piensas? ¡Legarás a grande y serás una hermosa y responsable médica!

¿Y si no? ¿Qué sería? –insistió la pequeña.

A lo que el hada contestó, con voz firme y tranquilizadora: Si eso llegara, lo que creo improbable, yo te convertiría en una planta de aloe vera, que permitiría calmar y sanar muchas dolencias de la gente.

Y desde entonces Paulina no ha hecho más preguntas de esa índole, todas las mañanas despierta muy contenta, saluda a su hada madrina, luego a sus padres y hermanos, se alimenta muy bien y hace sus ejercicios, tomando su tratamiento muy en serio, estudia con gusto y ahora es una niña alegre y agradecida que elije su futuro: sanar a la gente.

                                                                                              Ama Riba - 2022

 

lunes, 8 de agosto de 2022

 

microrelatos


LA ZAPATILLA

Allí entre los trastos viejos olvidada, la zapatilla de baile giraba y giraba. Recordando a Elena, la que bailaba.

Elena se fue, nunca más volvió; pero sus traslados están aquí, en la zapatilla que escucha la música y ama los giros.

Allá en los trastos viejos, Elena está viva.

 

SUEÑO

Sueña con la luna y el cisne en el lago. Sueña que es princesa. Se va con el viento. No sabe si vive. Sueña sólo sueña.

 

ESPEJO

Miró el espejo, se fundió allá dentro. No había nadie. Oyó un rumor de legiones que se alejaban y emprendió el camino.

 

¿QUIÉN?

Una ráfaga azul cruzó el cielo cobrizo. ¿Quién llegaba? ¿Quién se fue?

¿Quién pregunta?

 

Clara Molina -2022

sábado, 6 de agosto de 2022

 

microcuento

 

                                            ESPERADA PALABRA.


Soñaba. Era tan lindo que no quería despertar. Era tanta felicidad que le dio miedo. 

El viento la sacudió y le trajo su palabra: ¡Hola! Ahí estaban.


Adriana Brescia - 2022



viernes, 5 de agosto de 2022

 

LA NIÑA DE COLORES

(la de los super-poderes)

 

Analía tiene doce años, es hija única y es muy soñadora. Se levanta temprano para ir a la escuela, prepara su mochila, desayuna de prisa y sale de casa con su padre que la lleva de paso a su trabajo. Luce impecable, es una niña prolija, obediente y aplicada.

Su madre trabaja por las noches en el hospital de una ciudad cercana por lo que casi nunca está la familia reunida.

Cuando regresa de clases se queda en su habitación, escucha música y sueña ser grande. Pintar bellos cuadros y grandes murales en todas las paredes de su barrio.

¡Qué lindo sería que todo fuese de color, mi casa sería como un gran Arco Iris! -pensaba. Muchas veces se dormía entre sus ensoñaciones.

Una tarde cuando su padre regresó del trabajo y su madre se había marchado al suyo, la sorpresa fue inmensa, la casa era una mezcla multicolor increíble, Analía estaba vestida de muchos colores también.

¿Papá, te gusta? -preguntó la niña.

¿Pero quién ha hecho esto? -preguntó el padre un tanto molesto.

No lo sé papá, yo solo dije que me gustaría que todo fuera como el Arco Iris…..y pasó.

El hombre fue a su cuarto a ponerse ropa cómoda y cuando abrió el ropero encontró toda su ropa multicolor también, estaba entre confuso y ofuscado.

Mientras, Analía fue a la cocina a preparar la merienda. El café con leche le salió azulado, el azúcar era rosada y las medialunas eran celestes.

Desde ése día todo lo que ella ve y toca se torna multicolor, las calles, las veredas, su uniforme que ya no es azul sino rojo intenso. El Arco Iris reina en el barrio y en la escuela y todo se ve hermoso. La gente está feliz con el cambio y la niña vive su vida entre azules, anaranjados, amarillos y rosados y verdes. Y sus vecinos también.

 

                                                                                              Any Muñoz - 2022

jueves, 4 de agosto de 2022

 

                                                                Lejos de casa

 

Estoy en tierras extrañas, creí que sería una experiencia maravillosa, y lo es, pero no es fácil estar sola, sin familiares ni amigos, sólo conocidos circunstanciales.

Por empezar, no tengo con quién hablar, pues creí que lo que sé de inglés y chino bastaría para entenderme con todo el mundo, aunque es fascinante todo lo que me rodea, en esta maravillosa ciudad tan moderna y a la vez tan tradicional, me falta a veces comunicarme con mi mundo interno, mi propio mundo.

Ayer, en una búsqueda de poder leer en mi propia lengua, “el español latino”, me encontré con un blog que me atrajo inmediatamente. Se trata de trabajos realizados por participantes de un taller de escritura y me prendí inmediatamente en la lectura de los pequeños textos, porque lo interesante es que no son demasiado extensos, así que pude leer cuentos fantásticos, personajes graciosos algunos y fabulosos otros.

Describen paisajes y sentimientos que me transportaron a lugares desconocidos y a sentires que resonaron adentro, en mi corazón, sobre todo las poesías.

He descubierto consignas comunes al grupo, pero que cada persona lo ha expresado de forma muy diferente, con su propio estilo. Y también he seguido, como ejercicio, a una sola persona, y he apreciado su creatividad.

Puedo decir que he descubierto una pequeña mini biblioteca. Sin darme cuenta del tiempo que estuve en ese sitio leyendo, uniendo nombres y consignas, “viendo” esas historias y paisajes, ¡Habían pasado dos horas! ¡Buenísimo! Porque aún me queda por ver.

Así que esta noche seguiré incursionando en él. Le comenté a la recepcionista del hotel y a su pedido le envié el link, pues está interesada, y lo leerá utilizando el traductor automático.

¡Qué bueno sería que yo les pudiera contar a esas personas, escritoras y escritores, que me han hecho mucho bien y que las siento muy cerca!

¡Gracias!

 

                                                                              Ama Riba - 2022

 

Consigna: ¿Quién nos está leyendo desde países lejanos?

miércoles, 3 de agosto de 2022

 

           

         AMIGO


Mi letra lleva el fin

de sacar tu pesadumbre,

la envío como la lumbre

en medio de oscuridad

y me acerco en hermandad

con un recado muy hondo,

aquí estoy, pero en silencio,

por si precisas mi hombro.


Alberto Coronel

 

martes, 2 de agosto de 2022

                         

 

                                                                             

A tiempo

 

El niño iba aferrado a la mano de su hermana como los zarcillos del parral del parral de su patio.

Estaba atemorizado por la tormenta que se avecinaba. Los truenos parecían cientos de carros, tirados por oscuros caballos, atravesando el cielo.

El pobrecito, estaba más asustado que un gato que se refugia de una lluvia torrencial.

Venían de hacer las compras que se les habían encomendado, más cargados que carrito de supermercado a principio de mes.

La madre los esperaba, vigilante e impaciente, parada en la puerta como guardia de palacio. Es brava. Los tiene cortitos como esperanza de pobre.

Por suerte, llegaron justo a tiempo pues se descargó el agua con la furia del diluvio universal.

 

                                                                                              Nela Bodoc -2021

 

lunes, 1 de agosto de 2022

 

La princesa Ileia y su ángel

 

Hace mucho tiempo, había un pequeño reino que había desarrollado la agricultura y la ganadería tanto como la música y las artes en un hermoso territorio protegido por las montañas y el clima frio. Su rey era bueno e indulgente con todos y también era sabio, percibía que los tiempos estaban cambiando así que no tardarían en llegar invasores, que poco interesados en su progreso, los someterían con sufrimiento.

Había ideado para muchas familias un sistema de escape oculto que se dirigía hacia los cuatro puntos cardinales y desaparecían al simple ojo humano, pero los acercaría a otras ciudades linderas para mimetizarse con los pobladores.

Su única hija era la princesa ILeia, que siempre fue formada para gobernar con inteligencia como su padre. Para ella había diseñado un lugar muy especial de escape desde el propio castillo. Era una ranura muy angosta al costado de una puerta principal, que parecía un decorado, en la que podrían pasar personas pequeñas y delgadas como su hija y sus dos ayudantes: Ana, especializada en tiro al arco y Ale que manejaba la espada de doble filo.

Un día los extraños llegaron para investigar. El rey los recibió afuera con comida para agasajarlos y se dio cuenta de su brutalidad mezquina y su falta de conciencia. Cuando se marcharon preparó los escapes y él se quedó para defender el castillo junto a sus guardias, su pequeño ejército y algunas familias.

ILeia escapaba a través de los bosques rodeando montañas con el firme propósito de volver a reagrupar los sobrevivientes y recuperar su reino mucho más grande y con nuevos adeptos interesados en los descubrimientos del famoso y amado rey.

En poco tiempo todo quedó desbastado; los intrusos quemaron y mataron. ILeia se preguntaba dónde estaba Dios en ese momento, cómo pudo permitirlo. Y esté mal que se regodee con el sufrimiento de víctimas inocentes.

La princesa ILeia seguía gritando y gimiendo mientras corría- ¿Dónde está Dios? ¿Dónde está Dios? ¿Dónde está mi ángel protector? – y se paró allí, dolida desde su alma, enojada, abatida; estaba entrando en un paraje diferente, tal vez gobernado por otros seres, por otros tiempos, donde una vez más el ángel exclamó: -Estamos aquí, siempre aquí… llorando con ustedes. Sabes que no te abandonaré.

La joven princesa no sabía que muchos seres soportarían acontecimientos y preguntas similares en el transcurso de la historia, donde muchos emperadores y reyes luchaban para poder convertirse en amos momentáneos de una pequeña fracción de tierra. Las interminables crueldades cometidas para ser dueños de una porción insignificante de algo en este espacio tiempo.

Una vez más la enseñanza llegó, ILeia contestó: -Yo no volveré a defender ninguna de las partes, la justicia no es de esta tierra, haré mi vida con todo el amor de que soy capaz y lo expandiré lo mejor posible, pero ya no formaré parte de los que atacan o defienden. He decidido dejar que se haga Tu voluntad así en la tierra como en el cielo.

Pensando en la vida eterna, en nuestro Creador Divino y en el Don libre del amor inconmensurable que nos hará mejores personas y honrar la vida cuando la vivamos para el bien común.

 

Algunas ideas extraídas del escrito “Un punto azul pálido” de Carl Sagan.

                                                                              Mirta Fernández - 2022

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