viernes, 28 de junio de 2024

 

                                          


                                                  TRES DESEOS


Frente a mi torta de cumpleaños, con las velitas encendidas, cierro mis ojos y pienso en mis tres deseos ¿Cuáles son esos deseos? ¿Qué espero de cada uno si se cumple?

 

     Estoy sentada en el escritorio de la oficina, completamente absorta en el trabajo que estoy realizando frente a la computadora. Una suave música instrumental suena de fondo, pero mi concentración es tal que hasta he dejado de prestarle atención para sentir su presencia. Miro el horario de reojo, tres horas han pasado volando, es que cuando estoy concentrada haciendo algo que me gusta y me interesa, el tiempo simplemente se convierte en un dato más. He avanzado bastante, en unos días haré la entrega final del proyecto. Me levanto y pongo el agua de la tetera eléctrica a hervir, voy a tomarme un café. Tal vez esos minutos de preparación de la infusión me despejen un poco. Me distraigo apenas, y vuelvo a pensar en el último párrafo redactado que no me gustó mucho, ahora sé cómo reformularlo. Voy derecho a sentarme nuevamente frente a la computadora y reescribo el texto. La pava eléctrica hace unos momentos que empezó a hervir. Me pongo de pie, me preparo el café y vuelvo a lo mío. Hoy estoy contenta, he logrado plasmar en mi trabajo lo mejor de mí. Ya queda poco para terminar y a la salida tengo un encuentro con mis amistades. Me gusta pensar y sentir que hago bien mi trabajo.

 

     Estoy en el aeropuerto esperando a que lleguen. La ansiedad es grande, y mayor aún es la emoción de poder verlos otra vez, darles muchos besos y acariciarlos. De repente, una persona abre una puerta e ingresa al recinto con un carro y dos jaulas grandes encima ¡Es él y es ella! Están despiertos pero acostados en los caniles ¡No lo puedo creer! Hace más de un año que no les veía! Me acerco hacia el hombre con un paso apresurado y le digo que se trata de mis mascotas. Él sonríe, toma los documentos que le entrego y me devuelve una parte.

-¿Le dejo el carro para que pueda transportar los caniles?- Me pregunta el muchacho.

- Sí por favor, afuera debo subirlos al coche y es mejor que no los saque de los caniles hasta que suban - Respondo y sonrío levemente. El muchacho se va.

Una lágrima recorre mi mejilla mientras me acerco a mis pequeños peludos. Los saludo y me reconocen. Los acaricio un poco, tomo el carro y me dirijo al coche. ¡Cuánto esperé este momento! Pero ya está, ya están aquí conmigo. Me siento emocionada aunque tranquila y feliz.

 

     Camino entre los senderos marcados y me dirijo al primer objetivo. Miles de años lleva esa pirámide erguida en medio del desierto ¿Cuántos misterios acuna en su interior? ¿Cuántos soy capaz de comprender hoy? Un grupo de turistas entra delante mío y yo voy absorta mirando todo a mi alrededor. La inmensidad de las estructuras, las paredes, las pinturas… Una extraordinaria y fuerte sensación envuelven todo mi cuerpo y penetra en mi mente… ¿Acaso he estado aquí antes? Un canto se escucha a lo lejos, como perdido detrás de algunos ruidos más cercanos. Me concentro en ese canto, lo siento en mi corazón y me sumerjo en el templo desde mi silencio interior.

 

Denise Ferrero Ryan – 2024

 

 

jueves, 27 de junio de 2024

 

Cuento fantástico

 

Enviados al futuro

 

Es el año 2050. Desde la central de operaciones cuánticas, la O.O.O. de IA se prepara un operativo internacional.

ILUXUS, el robot más avanzado del mundo, creado por la IA intervención del ser humano, ha realizado un casting entre todos los habitantes del planeta Tierra.

El objetivo era elegir cien personas de distintas regiones, que no se conozcan entre sí, para ser enviadas al futuro del siglo XXX.

Se trataba de una misión, secretísima, que solo conocen unos pocos científicos, responsables de salvar a la humanidad de los peligros que la acechan.

Ante mi sorpresa, se me informó que resulté seleccionada. Yo no me había presentado a la misma puesto que no estaba interesada. Tuve que aceptar, ya que no había forma de desobedecer las órdenes sin ser seriamente castigada.

Me informaron que no podía llevar nada conmigo, en este viaje, del cual se desconocía la duración y el destino. Solo se me permite llevar dos objetos, inanimados, de mi elección.

Me pasé la noche, sin pegar un ojo, pensando. Eran tantas las cosas que quería llevar, que no podía elegir solo dos. Me preguntaba si era buena idea que fuesen objetos cercanos a mi corazón u objetos que fueran útiles. Lo hacía más difícil, aún, el no tener ningún dato sobre el tiempo de duración ni el destino.

Le pedí consejo a la IA, que me sugirió que llevara una radio portátil. Me pareció buena idea para no quedar ajena a lo que dejaba atrás. Y seguir informada sobre el pasado.

El otro podría ser un grabador de voz, para dejar un testimonio de todo lo que vaya experimentando. Pero preferí llevarme la foto de mi novio, con el que ya teníamos planeada la fecha de casamiento. Él no forma parte del contingente.

Cuando vuelva del futuro, les seguiré contando. Espero no olvidarme de nada, ya que no tendré con qué tomar nota de todo.

¡Adiós a todos!

 

Nela Bodoc – 2024

 

 

miércoles, 26 de junio de 2024

 

A veces el sol radiante

No transmite claridad,

Pues, la propia oscuridad

Proviene de nuestra mente.

El hombre es penitente,

Tiende a su propia ceguera

Sea invierno o primavera,

Vive de igual sensación,

Enferma su corazón,

Imagina iniquidades,

Y sufre las tempestades

Que inventa con su razón.

                Alberto Coronel - 2024



 

martes, 25 de junio de 2024

 



Vivimos inmersos en mensajes catastróficos mientras   nos sorprendemos que las generaciones jóvenes solo quieran vivir el presente, no como un logro sino como un gesto desesperado de agotar todas las posibilidades “antes que sea demasiado tarde”

                                     Iris Neli - 2003



lunes, 24 de junio de 2024



 

Encuentro con mi niña

En el arcón de los recuerdos encontré una cajita se madera con una palabra en su tapa: “Bombones”, pero adentro había fotos, la mayoría en blanco y negro, lo que denotaba su antigüedad.

La primera foto era Marta, con seis años. Vestía un pullover oscuro, cintas blancas sujetando sus trencitas finitas y rubias, y su cara muy fruncida a causa del sol que le ilumina de frente.

Ya me disponía  a seguir viendo fotos cuando esa Marta niña levantó la mano y dijo “Hola”. ¡Hola! -contesté asombrada- ¿Qué estás haciendo?

Nada –contestó- el tío Jesús me está sacando una foto, porque estamos en Monte Comán y enseguida nos vamos a tomar el tren ¿Y vos qué hacés?

Miro fotos, vacío este baúl para ver si algo sirve, y si no, digo que lo voy a tirar, pero nunca tiro nada, me da pena.

¿Y te sirve la pena? Porque tenés mucho acumulado, porque ya sos viejita…

Y sí, tengo mucho y muchos años –contesté apenas. 

¿Hiciste muchas cosas? ¡Fuiste maestra, me imagino! –preguntó levantando la voz.

No, no fui maestra como vos querías, o, en cierto modo, puedo decir que sí.

¿Te casaste? ¿Tenés hijos? ¿Nietos? – continuó inquisidora.

No, nada de eso.

Y endulzando su tono preguntó- ¿Entonces viajaste mucho?

En realidad viajé muy poco. No es lo que más me gusta.

Y sacando su excelente mal carácter, cerrando los puños, casi gritando preguntó: Entonces qué hiciste de tu vida ¡Qué hiciste con nuestros sueños! ¡Sólo una vieja amargada y sola, yo que quería ser una heroína!

En eso te equivocás. Un día descubrí que todo lo que imaginaste era caminar los caminos de otros, así que cambié nuestros sueños cada día. Viví cada oportunidad como una aventura, y cada contratiempo como un desafío. Y no lo lamento.

¿Para qué te sirvió? ¿Cambiarías algo si pudieras? -preguntó con un gesto suplicante. 

Me sirvió para agradecer cada día y no cambiaría nada ¿Sabés? Te abrazo con todo mi corazón. ¡Ah! Y te recuerdo con ese pullover bordó con pompones en el cuello. ¡Gracias por este encuentro!

 

                                                                              Marta - 2023



 

viernes, 21 de junio de 2024

 

Biografía

 

 Papá

¡Padre! ¡Qué palabra fuerte en nuestras vidas!

Mi padre nació en Río IV, Córdoba, en 1913, el sexto de siete hermanos. Cuando era muy chiquito, 3 o 4 años, su papá murió y quedaron huérfanos, no sólo los Molina, también cuatro primas, que al quedar huérfanas su mamá había adoptado. Ni él mismo podía explicar como hizo esa mujer fuerte y valerosa para criarlos a todos.

¡Bendita esa mujer que logró no solo alimentarlos si no, “hacerlos gente”! (así decían ellos).

En su infancia soportaron el proceso que da la pobreza y la ausencia de todo; sus ganas de vivir fueron más fuertes que el hambre y las penas. Todos los hermanos, autodidactas, porque aunque muy inteligentes todos, fue muy poco tiempo lo que asistieron a una escuela.

Así pasó su infancia triste y desolada entre juegos con piedras y un perro bulldog que todos amaban.

Y crecieron, pero entonces había un camino nuevo, un aire más puro, un sol más fuerte y nunca tuvieron que avergonzarse de haber cometido un acto de violencia, aunque la rabia es un paquete que se carga toda la vida, sin protestar ni trasmitir resentimiento.

A los 18 años enfermó de neumonía y por esas cosas del destino se salvó milagrosamente, porque no había penicilina todavía.

Le tocó hacer el servicio militar en Mendoza, en su post convalecencia; sufrió mucho con la brutalidad de cómo los militares trataban a los soldados. Recuerdo las cosas que le contaba a mi mamá sobre ellos. Pero como buen resiliente, aprendió mucho entre esa gente.

Anduvo por la montaña mendocina, allí supo distinguir las hierbas curativas de distintos males. Andaban a mula, confiaban en la mula que sabe andar en las alturas y aprendió fotogrametría, lo que le sirvió más adelante para trabajar.

Allí empezaron a cambiar las cosas. Enfermó de nuevo y le dieron la baja. Ya casado con mamá siguió con esa tarea de las fotografías.

Tenía una memoria prodigiosa. Era un maestro del diálogo y la comunicación a la hora de las comidas.

Allí está la segunda vida de su vida, el club Anzorena, Se hizo socio de ese club de básquet y aunque por su condición física, él no jugaba, como sabía toda la técnica, enseñaba a jugar a los niños y jóvenes que se acercaban al club y a su vida.

Lo recuerdo siempre rodeado de chicos, “Hay que sacarlos de la calle”, decía, “para que se hagan hombres sanos y de bien”

Confiaba en su potencial. Él, que había vivido una existencia tan carente de todo, sabía la importancia que tenían el cariño, el respeto y la confianza, que brindaba a esos seres jóvenes. Esa atención, interés y sabiduría habían venido en su alma y él la repartía.

Así lo recuerdo. Afuera los grillos y el barullo de los perros, adentro del club, la luz de la luna y los reflectores alumbrando a rayas precisas, la cancha de básquet y su figura de pie y fumando nervioso un cigarrillo tras otro.

Una vez, única en su vida y en la del deporte mendocino, fue elegido presidente de la comisión de jugadores que participó del torneo argentino de básquet. ¡Y salieron campeones! En un diario mendocino salió una foto suya con dos personas más que no conozco y el epígrafe dice: “Se escribe con tinta de oro MENDOZA CAMPEÓN ARGENTINO DE 1959”

Así seguía su vida, se mostraba orgulloso de mi hermano y de mí, siempre enamorado, junto a mi mamá. Siempre andaban unidos.

Aunque no envejecieron juntos, los dos marcados por costumbres y anhelos similares. Habían compartido cada día durante una parte de sus vidas, pero todo acabó en poco tiempo. Su cuerpo físico exigido y debilitado por la vida, no soportó mucho.

Murió muy joven, a los 59 años.

Si hay un Dios que nos quiere, como espero, allí está él guardando su eternidad bajo una lápida fría y muda.

Mi papá, maestro de vida, te quiero y recuerdo. Te imagino conmigo cuando la vida aprieta.

 

Clara Molina – 2024

 

 

jueves, 20 de junio de 2024

 

Poesía 

 

                            Jardín de ensueño

                            Llegaba el otoño,

                            caían las hojas…

                            pero

                            soñé, soñaba,

                            una puerta cerrada

                            que cuando la abrí

                            a un jardín me llevaba,

                            y lo que allí vi

                            no me lo han contado,

                            de flores y flores

                            de variadas formas

                            y hermosos colores

                            estaba colmado.

 

                            Miles de insectos

                            en él trabajaban:

                            las buenas abejas

                            su polen llevaban consigo,

                            permitiendo a la vida

                            seguir su camino.

                            Y los colibríes,

                            pequeños, hermosos,

                            su fino piquito

                            también compartía

                            tan bella labor

                            y hermoso lugar.

 

                            Y tantos perfumes

                            en pequeñas dosis

                            inundaban el aire 

                            de aroma exquisito.

 

                            Es bello el otoño,

                            pero en este sueño

                            supera por completo

                            un todo muy bello.

                            ¿Una primavera

                            o un bello jardín

                            de flores de otoño?

                            ¿Por qué disentir?

 

                            Marta - 2023



miércoles, 19 de junio de 2024

 

Cuento fantástico

 

                                                               Elecciones

Soy de las que no ganan ni un pedazo de pan en los juegos de azar, me siento muy sorprendida por ser una de las elegidas, entre millones de habitantes, para formar parte de un grupo selecto que va a viajar por cincuenta años al futuro. Soy una mujer no sé si afortunada, pero sí admirada por tal misión. Señora Inteligencia Artificial (IA), me pregunto: ¿Qué vio y qué necesita de mí que usted no tenga?

Pienso… Si voy a emprender este viaje espacial a lo desconocido sin mis grandes tesoros, recalculo qué elementos llevar. Primero llevaría a mi hijo amado, pero como tienen que ser objetos inanimados y no personas me deja un sinsabor de sólo imaginarlo.

Pero si voy a sacarle chispa a mi creatividad, primero investigo quién es mi reclutadora. Obvio que lo primero que hice fue ir al sabelotodo tecnológico -Don Google- para saber de qué trata la IA. Esta es un campo de la informática que se enfoca en crear sistemas que puedan realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Puede realizar trabajos que cuando se llevan a cabo por seres humanos requieren de inteligencia, razonamiento y aprendizaje. Imita el modo de pensar del ser humano, automatiza procesos, nunca descansa.

El enorme potencial de la IA para transformar nuestras vidas desde el punto de vista tecnológico, económico, ambiental y social es indiscutible. Por eso actualmente hay inversiones millonarias en la agenda digital a nivel mundial. Y eso la hace tan poderosa como peligrosa.

Lo único que le falta a la IA es tener un sistema de números que pueda manejar, el manojo de sentires que tiene nuestra mente, cuerpo y alma humana. Somos capaces de gestionar emociones, conectar y expresar nuestros sentimientos. Podemos reprogramar conscientemente nuestra forma de pensar y accionar con la bendita neuroplasticidad. El poder de la palabra oral, escrita y no verbal. Nuestra capacidad de generar vínculos afectivos y deleitarnos con nuestros cinco sentidos. El contacto físico, las charlas interminables con mate por medio, o alguna bebida alcohólica de nuestro agrado o infusión exquisita por su aroma y sabor. No creo que los robots vayan a poder sentir esa agradable sensación. Ni hablar de esos besos que te elevan al cielo y los abrazos que sanan cualquier malestar.

Sospecho que esta puede ser una de las causas por qué me eligieron y creo que necesitan de mi presencia en el futuro, o para cuidar a los bebés robots, porque amo a los niños. En el futuro va ser todo digital, sistemático, sin emociones, sin mis seres queridos y mis pasiones. Ayer, hoy y mañana, mis grandes pasiones son: las fotos, los libros, mis escritos, mis recuerdos personales y la Palabra de Dios escrita. Por eso los dos elementos seleccionados para esta gran aventura son: La Biblia y un cuaderno Bitácora Personal.

Elijo la biblia porque voy a necesitar alimentar mi alma, mi espíritu, mi sabiduría y discernir con la luz de la palabra de Dios, alimentar mi propósito de elevarme al cielo. Y reencontrarme con mi viejito amado para abrazarnos sin fin.

Y en mi bitácora personal haría arte con la palabra, con las imágenes en especial: pondría fotos familiares, de amigos, de viajes que me elevan cada vez que los veo. También haría un apartado en donde contaría resumidamente mi propósito en la vida, mis escritos, mis miedos y mis sueños.

Algo que creo que voy a extrañar con locura, por lo que pondría en un sobre un poquito de pelo de mi hijo, para sentir su olor. Anexaría flores disecadas, cartitas de mis amados niños, familia y amigos. Tengo miles de cuadernos escritos, en este trataría hacer una selección de mis frases favoritas, fragmentos de poesías y canciones, resumen de novelas e historias de vida, que me han marcado y quiero llevarlas para lo nuevo, como mis bases. Este libro lo llenaría como si fuera mi robot personal pero hecho por mis manos, con mis lágrimas y alegrías, con el puño de mi letra y su emoción. Le pediría a mi gente que la firme, que me den una dedicatoria si quieren.

Dudé en llevar una lapicera, pero me paso de elementos permitidos, me imagino que voy a poder agarrar una máquina súper inteligente para escribir y enseñarle toda mi inteligencia emocional. Actualmente trabajo para nutrirla al igual que mi capacidad de escritura. Eso me hace poderosa y valiosa, para el futuro que me espera.

 

                                                                        Vanesa Gómez - 2024





martes, 18 de junio de 2024

lunes, 17 de junio de 2024

 

Cuento fantástico

 

Viaje al futuro

 

Un día fui elegida por la inteligencia artificial, al azar entre 100 personas, para viajar en el tiempo, 50 años al futuro. En ese momento se me presentaron mil dudas, solo dos objetos inanimados podían acompañarme ¿Cuáles serían? El celular, se me vino a la mente, aunque dudaba poder comunicarme en el futuro con alguien de mi presente, en él llevaba fotos, videos, recuerdos de mis seres queridos, que me podrían acompañar en ese extraño mundo donde no se sabía con qué me podría encontrar, y también capturar vivencias con él. El otro objeto sería el cargador del celular, sin él en unos días me dejaría de funcionar.

Así fue como llegué 50 años en el futuro, todo estaba extraño, el cielo tenía otros colores, el silencio era abrumador ¡La gente estaba tan seria! ¿Qué había pasado para que la alegría se perdiera de esa manera?

Al empezar a interactuar descubrí que el objeto que yo llevaba pensando que me iba hacer compañía era lo que había ocasionado que la gente se aislara, viviera de las sensaciones que despertaba esa pantalla y no tuviera contacto con las otras personas; el contacto físico se había perdido, el mirarse a los ojos no existía más, todos miraban sus pantallas.

Se me heló la sangre pensar que llegamos a ese punto de aislamiento, de silencios de miradas, de silencios de caricias. Yo sin darme cuenta había llevado al futuro el objeto que ocasionó tan extraña sensación en mí.

 

Laura Mondati - 2024



viernes, 14 de junio de 2024

 

AMASANDO VIDA

 

Con sus grandes manos, amasaba con amor. Mezclaba la harina con suaves silbidos y su risa franca de hombre feliz. Sal y levadura en medida exacta, a ojo, decía y nunca falló. Iba mezclando con mucha paciencia con el agua tibia. Mientras esperaba que la masa leve, nos iba contando viejas historias de su niñez. Preparaba el horno, limpiaba la lata. Recuerdo su esbelta figura sobando la masa, parecía un niño jugando contento, sin prisas, sin tiempos, como era su vida de hombre apacible. El aroma sublime del horneado justo, invitando a la mesa a la hora del té.

Su pan, nuestro pan, sabía a ternura, a papá cariño, a manos curtidas de sol y trabajo. Era el pan más rico que jamás he comido, el que hacía mi padre con sus brazos fuertes y su risa franca que no olvidaré.

 

Any Muñoz – 2024

 

Homenaje a mi padre José Arturo Muñoz Spergër

10 de Junio 1918- 13 de Octubre 1996

jueves, 13 de junio de 2024

 



Al fruncir el entrecejo

Setenta y dos músculos muevo

Eso habla de mi quedo

Mi dolor, mi descontento,

Aquello que uno oculta

Pero que sale de adentro

Al sonreír, son catorce

Los movimientos faciales

Desaparecen los males

Es apenas un desliz

Lo que demuestra a las claras

Que es mejor ser feliz.

Alberto Coronel 



 

miércoles, 12 de junio de 2024

 



UNA VISITA INESPERADA

 

Fue un fin de semana de junio. Yo me encontraba bastante preocupada por un proyecto que debía presentar unos días después. Había estado meses trabajando en ello y por fin había llegado el momento. Mis nervios estaban bastante a tope, así que me decidí a escuchar una música relajante por un rato, para apaciguar un poco mi mente. Me costó bastante desprenderme del torbellino de pensamientos que sacudían mi cabeza y, cuando lo estaba logrando, aunque entre dormida, escuché el timbre de la puerta. Me incorporé de golpe por el susto, la verdad es que el sonido del timbre era bastante fuerte y no esperaba visitas. Fui a la puerta refunfuñando, y me enojé bastante al ver que, en verdad no había nadie fuera, pensé que tal vez eran algunos chiquillos y chiquillas jugando por la vereda. Estuve a punto de maldecirles en mi interior, pero recordé que yo solía jugar a eso de niña. Se me dibujó una sonrisa en el rostro y pegué la vuelta hacia mi habitación nuevamente. La verdadera sorpresa me la llevé en el camino… Al llegar al comedor para llegar a mi cuarto, de reojo me pareció ver a alguien en el asiento de la mesa. Cerré los ojos y los abrí tres veces ¡Había un niño de unos 12 años sentado en mi casa! La situación fue tan extraña que me quedé muda, como una piedra, mirándolo fijo y sin decir nada.

- ¿Qué pasa? ¿No me recuerdas?- Me preguntó con una voz serena y dulce, aunque yo continué inmóvil, no entendía nada de lo que estaba sucediendo. - Soy Ami, Ami el niño de las estrellas. Me conociste cuando eras una niña de unos 10 años ¿Ahora me recuerdas?

Estuve unos segundos sin responder, me costó reaccionar. El niño continuaba allí sentado, con una sutil sonrisa en su rostro, vestido con un extraño traje.

- ¡No puede ser! - Susurré - Sí te recuerdo, por supuesto que te recuerdo, tu me enseñaste a ver la vida de otra forma cuando era pequeña. Pero… ¿Qué haces aquí?

- Pues… Vine a verte, quería saber qué habías hecho de tu vida. Quería saber si me recordabas, y si recordabas qué viniste a hacer a este mundo… - Me contestó el niño con un tono un poco divertido pero a la vez serio. Me miraba fijo a los ojos y yo volví a quedar perpleja y dura como piedra.

- ¿Recuerdas qué viniste a hacer a este mundo?¿Recuerdas cuál es la misión que elegiste?

De repente todo se fue volviendo borroso y oscuro, sin embargo, esas dos últimas preguntas resonaban como un eco, una y otra vez, y yo sin respuesta alguna. Realmente no sabía que responderle o qué responderme. Respiré de golpe como quien sale luego de estar sumergido debajo del agua, abrí los ojos y estaba acostada en mi habitación, escuchando aquella música que tanto me gustaba. Todo había sido un sueño, pero había sido tan vívido que continuaba muy sorprendida. Sin embargo sabía que no era un sueño cualquiera, aquí estaba la clave que necesitaba… ¿Cuál era la misión que había elegido? Pues así fue que lo pude recordar, el proyecto que iba a presentar en unos días era parte de esa misión. La respuesta salió de mi interior como un bálsamo que calmó una a una mis dudas y mis inseguridades. Mis nervios y mi ansiedad se disiparon y me pude tranquilizar. Volví otra vez a conectarme con lo que mi corazón quería expresar y dar a través de ese proyecto en el que tanto había creído…

                                               Denise Ferrero Ryan - 2024

 



martes, 11 de junio de 2024

 




                

       "Otra vez la mente despierta sus alarmas, le distrae, le ofrece los bienes terrenales envueltos en sus sueños."


                               


lunes, 10 de junio de 2024

 

Descripción de emociones y sentimientos.

 

 

 

Recuerdos.

Música calma, imagen abstracta de colores suaves.

Tenues sonidos, tenues colores.

En la imagen hay un gato, que al contacto con una mano que emerge de la pared emite luces, que me despierta ternura, recuerdos… Mi querida compañera, Misha, veintitrés años juntas, viviendo alegrías y tristezas, pérdidas de seres queridos, una mudanza, espacios nuevos, como en el cuadro aquí también entra luz, irrumpiendo en nuestro ambiente, pero ahora sola porque debió marchar al paraíso de los gatos ancianos, donde espero que haya música de Beethoven que tanto le gustaba. Se trepaba a la mesa frente al televisor y sentada, con sus hermosos ojos verdes entrecerrados, evidenciando placer, inmóvil, fascinada. Y mi corazón gozoso por la música y su compañía silenciosa, envueltas en la magia del sonido.

Y vuelvo con mi atención a la obra de Setie, Gnossienne N° 3, ilustrado con un cuadro como el tiempo, una imagen de artista desconocido por mí, indefinido como mis sueños, difusos, donde dos manos son corpóreas y prodigan caricias y notas más allá de las notas. Una habitación decorada de antigüedad, de siglos en sepia, en puntos oscuros y en haces de luz.

Notas que brotan de un piano lejano, como en momentos de calma.

Suave nostalgia… Arrobamiento.

Juventud lejana, marcada por los recuerdos…

Ayeres calmos, sosegados…

Presente agradecido.

 

                                                           Asunción Ibáñez – 2024

 

Escuchando a Eryk Satie – Gnossienne N° 3 – (Youtube)

 

domingo, 9 de junio de 2024

             


                Llegaste calmo y sereno

                Bello domingo de Junio

                Con la paz y el oportuno

                Meditar en el descanso

                Crepitar del fuego manso

                Conque se funde la vida

                La singular homilía

                De comienzo de semana

                Donde renovar la sana

                Comunión de la familia

                Agradecer este día

                Que puedo comunicar

                Y elevando al cielo, dar

                Gracias plenas y sentidas.

                            Alberto Coronel - 2024




viernes, 7 de junio de 2024

 


Recuerdos

En un recuerdo me vi cuando tenía 20 años, pero esa no era yo.

Era una persona, otra persona, de esa época, de su época, otra época, otro siglo.

                                                               AMI - 2023



jueves, 6 de junio de 2024

 



EL MUNDO ES REDONDO POR TODOS LADOS*

   

Basado en el libro Al son de Lily Marlen de Marcelo Staglieno.

 

Abrí la puerta de casa y ahí estaba ella. Muy delgada y con sus suaves manos, ya sin los sabañones que tanto la hacían sufrir.

-¡Oh mi querida Lena Foster, pero qué gran sorpresa! Pase, pase. No se quede ahí afuera que hoy el día está muy frío-

Y así fue que frente a un café con leche humeante nos charlamos la vida, ésta vida que después de terminada la guerra no fue igual ¡Qué decir! ni parecida.

Ella dijo con su voz suave que el frío lo llevaba en el alma, desde los años de la cruenta y maldita guerra que se llevó sus sueños junto a la vida de sus padres y hermanos.

-Este frío de hoy es nada comparado con los que padecimos entonces, amiga querida- me dijo con mucha angustia.

Nada dije. La escuché en silencio y luego le hablé de las nuevas guerras, de las batallas culturales actuales que nos están llevando al “sálvese quien pueda” de los tiempos del führer, a despreciar a los semejantes, a los negros, a los pobres, al que piensa diferente.

En fin, hablamos de muchas cosas y me recordó las largas filas de gente esperando horas para recibir un plato de comida fría y maloliente, en donde conoció a Fritz Weinert con quien compartió varios años una oscura y fea pieza de pensión.

Pobre hombre -dijo- quedó tan mal después de su vida como soldado, que lloraba por las noches y pedía perdón durante el día, hasta que perdió la razón y falleció a mi lado.

-Lena querida -le dije abrazándola- sobreviviste al horror y hoy estás aquí conmigo. Gracias por visitarme. ¿Quieres quedarte a pasar la noche? Hay rica comida caliente para las dos.

 

*Texto de una insignia prendida en el sobretodo del uniforme de los soldados del ejército alemán.

                                                               Ana María Muñoz Vega - 2024


 

Consigna: Visita inesperada de un personaje del libro leído que más nos gustó.



 

miércoles, 5 de junio de 2024

 



                UNA VISITA MÁGICA

Estoy sola, reviviendo mi vida, cuando suena el timbre de la calle. No espero a nadie ¿Quién puede ser?

Al abrir me encuentro con Jo, el personaje principal del libro “Mujercitas” que leí y releí cuando era niña.

Por esas cosas de la magia ella está frente a mí sonriente, jovencita como cuando saltaba por el prado en los alrededores de su casa. La abrazo y la invito a pasar y sentarse frente a mí.

¡No puedo creer que esté aquí!

Me traes ecos, rumores, sombras, nieblas, risas y llantos de mi niñez.

“¡Yo quería ser buena como tú y tus hermanas y también libre corriendo por apacibles ríos vecinales. Hermana de las brisas matinales me inspirabas para ser jubilosa, ágil con suavísimos cabellos largos al viento, andando por el mundo como si no importara!”

“Pero no fue así” -le cuento- “estudié trabajé, me casé, tuve hijos.”

Con mis recuerdos fue como cuando el viento apaga una vela que iluminaba. Se acabaron música y risas. “No te vi más Jo. Mi vida fue simple y debilucha ¿Qué puedo hacer con esta vieja historia de mi vida? ¿Contársela a los nietos, olvidarla en un cajón, ponerle música nueva y que suene como la tuya?

Jo no responde.

Yo sigo insistiendo- “Fuiste mi inspiración. Tu vida fue mi espejo y documento”.

“Ya no llores” -me dice sin palabras- “Querida Clara, con optimismo te acompaño. Yo entiendo tu voz, cada cual con su tormenta. Tener un niño en brazos, morder una manzana, encender el fuego del hogar y jugar a que hoy es mañana. Eso es la vida”

Ella me mira con una dulce mirada; y casi sin darme cuenta, se va, como vino, encantada.

 

Clara Molina – 2023



 

 

martes, 4 de junio de 2024

 


                Preguntas

¿Qué harás si te dicen

que en su mundo no cabes?

¿Es, acaso, que ellos

ya gobiernan su nave?

 

¿Qué paz hay en las almas

que no se agitan?

¿Qué dolor hay en las almas

que no se calman?

 

¿Qué es la eternidad

y qué no es la eternidad?

No es recién

ni enseguida…

Es ahora,

¡No! ¡Es ya!

está pasando,

está siendo,

lo estoy viviendo…

Está latiendo

y lo estará,

aunque yo no lata

ni esté sintiendo.

                Asumi - 2024



lunes, 3 de junio de 2024

 

Fábula

 

Una absurda discusión

 

Comenzaron las clases en la escuela de un pequeño pueblo del interior. A los pocos días del inicio del ciclo lectivo se armó una discusión entre dos equipos, era cuál de los dos resultaba más útil, más popular entre el alumnado y los maestros.

Un equipo estaba formado por el pizarrón y la tiza. El otro equipo lo componían el cuaderno y la lapicera.

-¡Te das cuenta de lo engreídos que son!- le dijo la lapicera al cuaderno, moviéndose nerviosamente.

-¡Tranquila, no te muevas tanto que me puedes salpicar con la tinta! Advirtiéndole a su compañera, orgulloso de la inmaculada blancura de sus hojas. -Hay que hacerles ver a esos ignorantes que cada niño, en el aula, trae su cuaderno y su lapicera. Y que no podrían hacer la tarea sin nosotros- agregó.

-Claro, somos esenciales, no solo en el aula, también somos imprescindibles en sus hogares -dijo la lapicera, muy convencida -Tienen que ser muy obtusos para no reconocer nuestros argumentos.

- Tranquila, tranquila. Tenemos todas las de ganar-

En ese momento entró el profesor y le pidió a los alumnos que hicieran silencio. Comenzó a explicarles el tema del día que era sobre las ecuaciones y su complejidad. Tomó la blanca tiza, sin estrenar aún, y comenzó a escribir sobre el impecable pizarrón.

Este equipo no cabía en sí de orgullosos que estaban -¿Te das cuenta?- dijo la tiza-¿Lo importante que somos? ¿Cómo podría, el profesor, explicarles sin nuestra ayuda? ¿Cómo podrían los estudiantes leer al mismo tiempo lo escrito?-

Cuando los alumnos terminaron de copiar, el docente tomó el borrador y sin apuro, pero con energía, borró toda la lección.

-¿Ven que no son los únicos elementos útiles en esta aula?- dijo el borrador a la pareja de engreídos - Miren que la tecnología avanza a pasos agigantados. De un día para el otro, ustedes  dos podrían convertirse en objetos inservibles y desaparecer. Y yo también…-agregó pensativo.

En el otro equipo, que habían observado toda la escena y que habían escuchado el diálogo, se miraron entre sí, con cara de preocupación. Habían comprendido, cayeron en la cuenta que, el equipo adversario también tenía argumentos sólidos, para la discusión y ya no se sentían tan seguros de ganar la contienda. Reconocieron que el pizarrón y la tiza eran, casi, tan necesarios como ellos.

-¿Sabes qué?- le dijo la lapicera al cuaderno- Lo que dijo el borrador me ha dejado pensando-

-Sí, a mí también- ya menos jactancioso agregó el cuaderno- ¿Y si, también nosotros, fuéramos reemplazados por la tecnología?

Finalmente, los dos equipos se reunieron, aceptándolas respectivas cualidades y su utilidad y decidieron llevarse bien, de aquí en adelante, esperando que el futuro no llegue tan pronto al aula.

Nela Bodoc – 2024

 

 

 

domingo, 2 de junio de 2024

 



Cada día trae inmerso

El tratar de ser mejor

Cada cual con su aventura

Su visión y su color

Nace el día y su promesa

Su espacio convocador

Vuela el sueño de un mañana

Con tinte realizador.

Que no me atrape la noche

Su manto oscuro, sin sol.

                Alberto Coronel - 2024



 

  Reflexiones                                                                                                           CAMINO       ESPIRIT...