TRES DESEOS
Frente a mi torta de cumpleaños,
con las velitas encendidas, cierro mis ojos y pienso en mis tres deseos ¿Cuáles
son esos deseos? ¿Qué espero de cada uno si se cumple?
● Estoy
sentada en el escritorio de la oficina, completamente absorta en el trabajo que
estoy realizando frente a la computadora. Una suave música instrumental suena
de fondo, pero mi concentración es tal que hasta he dejado de prestarle
atención para sentir su presencia. Miro el horario de reojo, tres horas han
pasado volando, es que cuando estoy concentrada haciendo algo que me gusta y me
interesa, el tiempo simplemente se convierte en un dato más. He avanzado
bastante, en unos días haré la entrega final del proyecto. Me levanto y pongo
el agua de la tetera eléctrica a hervir, voy a tomarme un café. Tal vez esos
minutos de preparación de la infusión me despejen un poco. Me distraigo apenas,
y vuelvo a pensar en el último párrafo redactado que no me gustó mucho, ahora
sé cómo reformularlo. Voy derecho a sentarme nuevamente frente a la computadora
y reescribo el texto. La pava eléctrica hace unos momentos que empezó a hervir.
Me pongo de pie, me preparo el café y vuelvo a lo mío. Hoy estoy contenta, he
logrado plasmar en mi trabajo lo mejor de mí. Ya queda poco para terminar y a
la salida tengo un encuentro con mis amistades. Me gusta pensar y sentir que
hago bien mi trabajo.
● Estoy
en el aeropuerto esperando a que lleguen. La ansiedad es grande, y mayor aún es
la emoción de poder verlos otra vez, darles muchos besos y acariciarlos. De
repente, una persona abre una puerta e ingresa al recinto con un carro y dos
jaulas grandes encima ¡Es él y es ella! Están despiertos pero acostados en los
caniles ¡No lo puedo creer! Hace más de un año que no les veía! Me acerco hacia
el hombre con un paso apresurado y le digo que se trata de mis mascotas. Él
sonríe, toma los documentos que le entrego y me devuelve una parte.
-¿Le dejo el
carro para que pueda transportar los caniles?- Me pregunta el muchacho.
- Sí por favor, afuera debo subirlos al coche y es mejor que no los saque de los caniles hasta que suban - Respondo y sonrío levemente. El muchacho se va.
Una lágrima
recorre mi mejilla mientras me acerco a mis pequeños peludos. Los saludo y me
reconocen. Los acaricio un poco, tomo el carro y me dirijo al coche. ¡Cuánto
esperé este momento! Pero ya está, ya están aquí conmigo. Me siento emocionada
aunque tranquila y feliz.
● Camino
entre los senderos marcados y me dirijo al primer objetivo. Miles de años lleva
esa pirámide erguida en medio del desierto ¿Cuántos misterios acuna en su
interior? ¿Cuántos soy capaz de comprender hoy? Un grupo de turistas entra
delante mío y yo voy absorta mirando todo a mi alrededor. La inmensidad de las
estructuras, las paredes, las pinturas… Una extraordinaria y fuerte sensación envuelven
todo mi cuerpo y penetra en mi mente… ¿Acaso he estado aquí antes? Un canto se
escucha a lo lejos, como perdido detrás de algunos ruidos más cercanos. Me
concentro en ese canto, lo siento en mi corazón y me sumerjo en el templo desde
mi silencio interior.
Denise Ferrero Ryan – 2024