lunes, 31 de agosto de 2020

 

El barrilete

Mi hermano tendría unos siete años, y por consiguiente yo tendría cinco. Vivíamos en el campo, en una hermosa finca donde nuestro padre era contratista. Siempre existieron modas en los juegos, nadie sabe quién las crea ni cómo se expanden. Y esto sucedió en una de esas etapas: la moda eran los barriletes.

Nosotros no teníamos barrilete, pero no perdíamos la esperanza de que nuestros padres nos hicieran uno, pero para ello se necesitaba papel de seda y piolín resistente, que no tendríamos hasta que alguien viajara a la ciudad y los comprara. Los otros elementos necesarios los teníamos en casa, caña verde, suficientemente flexible y engrudo que hacíamos con harina y agua, un excelente adhesivo.

 Pero como de ilusión también se vive, dice el refrán, nosotros jugábamos con una zapa.

No sé si ese era su nombre, pero en casa le decíamos la zapa. Se trataba de un rectángulo de papel al que se le adhería, en ambas esquinas de una de las partes más estrechas, una piolita algo más larga que el tamaño del papel, y ese hilo se sujetaba por la mitad con otro de unos dos metros de longitud. Tomábamos el otro extremo el cordel y corríamos, con lo que la zapa flameaba con movimientos irregulares, mientras nuestra imaginación veía en ello un hermoso planeador.

Mi imaginación llegaba más lejos. Soñaba despierta que un barrilete de hermosos colores aterrizaba en nuestro patio. Y para mi gran sorpresa eso sucedió realmente. Una tarde, un barrilete errante aterrizó en nuestro parral.

Tenía hermosos colores, había perdido su cola y una de las cañas del armazón se había despegado. Nuestra alegría era inmensa. Mamá nos ayudó a hacer unos parches para recomponerlo y nos dio unos trozos de tela para reponer su cola. Esperaríamos hasta el día siguiente a que el engrudo secara y que consiguiéramos piolín lo suficientemente firme para el peso de “nuestro” barrilete.

A última hora de la tarde apareció el señor Martín, un finquero que vivía a unos dos kilómetros de nuestra casa, con su hijo de trece años a reclamar el barrilete. El señor Martín rogó a su hijo que nos lo dejara, pero el chico se negó rotundamente, y como no hubo reconciliación posible, se marcharon con el barrilete reparado, su cola nueva y nuestra profunda decepción.

No quisimos que nos hicieran uno. Nuestro amor por los planeadores terminó con la frustración que sentimos, que consumió toda nuestra energía.

                                                                                                          AMI

 

 

 

viernes, 28 de agosto de 2020

 

VERDAD

El surgimiento de la verdad es a través de las palabras emitidas a conciencia, con el objetivo de ser lo más cuidado y amoroso posible, de no ser duro controlando la emotividad, dando a cada situación el lugar que corresponde a un bien común, que “mi verdad” no opaque la verdad de quien me escucha, y podamos avanzar en una comprensión mutua.

La verdad nos acerca, nos hermana, nos eleva, y por todo esto podemos unirnos con lazos espirituales.

Autor no identificado - 2011  

jueves, 27 de agosto de 2020

 

    Pasajes del  por qué

¿Por qué tenías miedo de mi debilidad,

a que creciera con apoyos por demás?

Me querías fuerte en mi andar,

para que fuera un hombre ejemplar,

reprimiste tus ganas de abrazar,

guardaste tus besos para dar,

te prohibiste conmigo disfrutar…

¡Si me amabas más que a ti, papá!

 

Y no rompí yo mismo ese hechizo,

ni sacudí tus entrañas con mi amor,

para que me dieras el tuyo sin aviso

si el amor entre los dos siempre existió,

y estuviéramos en paz y a mano

habríamos cumplido la misión,

y el abrazo que dice que te quiero

con respeto y con admiración.

 

Rubén Ferrero.

miércoles, 26 de agosto de 2020

 

    LAS CORTINAS

 

En un retiro anual en Embalse la señorita Beatriz  les pidió a Susana y a Marta que se encargaran de las cortinas de la capilla y la casa de retiros.

 

En la casa, en la sala junto al hall del mapa, había tres ventanas que al parecer no tenían exactamente las mismas medidas, o al menos las cortinas no las tenían, o quizás habrían encogido con el lavado. Así que para corregirlas la señorita les indicó que en cada extremo del dobladillo superior hicieran una lazada para engancharlos en la terminal del caño de soporte y de ese modo evitar que la cortina dejara espacios descubiertos.

 

Terminada la tarea, Susana y Marta se quedaron mirando la cortina en silencio. Marta preguntó a su compañera si le gustaba a lo que Susana contestó: “No, está horrible”. Cuando le mostraron en silencio el resultado a la señorita Beatriz las tres se quedaron mirando, cada una con sus pensamientos, la recién llegada sin demostrar nada y ansiosas las responsables de la manualidad. Después de un prolongado silencio Beatriz se volvió hacia ellas y comentó: “¡Perfecto, muy bien! Pero vamos a desarmarlo todo y hacerlo de otro modo”

 

Hermosa enseñanza. El trabajo había sido realizado tal como se propusiera por lo tanto era validado, más eso no había resuelto el problema, que requería un trabajo más drástico. 

 

                                                                       Asumi - 2015

 

 

martes, 25 de agosto de 2020

 


Estar

 

Sólo estar.

Ser, nada más.

Sin condiciones ni exigencias.

Vivir, nada más vivir.

Pero el hoy sin mañana

y sin pasado que pese.

 

Vivo, es el simple hecho de vivir,

la realidad fundamental de existir.

Sentir la vida en la sangre.

Sentir que circula y entibia mi piel.

Ser testigo de mi existencia.

 

Regocijo por ver el cuerpo estar bien.

Explosión horizontal, de alegría,

del alma que anima mi ser.

Disparo vertical, al Espíritu,

de la mente y el corazón.

 

                                                                                  Hugo- 2011

lunes, 24 de agosto de 2020

 

 

¡A VOLAR!

 

Había una vez, en un tiempo que los números no existían (esto es raro).

Y había una pequeñita, tan pequeñita que ni siquiera con un microscopio podríamos verla, que quería volar. (Esto es más raro todavía)

Ya había probado de varias maneras, tomando gaseosa en cantidad, sin perder ni un poquito de gas, cerrando su boca con fuerza, poniéndose dos corchos en las orejas y un broche para la ropa en la nariz, para ver si flotaba tan siquiera un poquito, y no, no flotó.

También intentó atando la cola de un volantín a una de sus trencitas, mientras una amiguita hacía volar la cometa y otra soplaba y resoplaba para ayudar un poquito al viento… y nada.

Intentó también poniendo el ventilador de su abuelita ¡Que era enorme! A toda potencia, mientras ella se había atado de manos y pies a la cortina del baño, poniéndose de frente y cerrando los ojos esperando despegar… pero seguía con los pies en el suelo y mucho frío, porque era invierno, y los ventiladores se usan en verano.

Muy frustrada, se le ocurrió que tenía que hablar con quien más sabía del tema. Así que se sentó en el jardín de su casa y esperó. No tardó en llegar una mariposa muy oronda posándose de flor en flor, y en una de sus vueltas se posó en la nariz de la pequeña, que para poder verla tuvo que ponerse bizca, después de varios intentos para dejar de verla doble, le preguntó:

-Disculpen hermosas mariposas ¡perdón! Hermosa mariposa -esto le pasaba porque algunas veces  veía una y otras veía dos –me gustaría que me contasen ¿cómo puedo hacer para volar? Ya que veo, más o menos por la cercanía ¿vio? ¡Que ustedes lo hacen muy bien!

La mariposa la miró atentamente, con su patita delantera en la barbilla y el ceño fruncido por largo rato, tan largo que tomó una siesta mientras tanto, y cuando se decidió a hablar le dijo:

-¿Por qué no pruebas con ponerte antenas? ¡Veo con preocupación que tienes demasiado pelo y pocas antenas! – y sin más se fue a una flor con menos pelos y sin nariz.

La niña tomó cuidadosamente unas ramitas finitas, muy finitas, que habían quedado en un rincón después que un bicho palo había mudado sus patas traseras, aunque en realidad no sé si los bichos palo mudan sus patas, pero se le parecían bastante. Les puso dos pompones de colores que encontró en un costurero, las colocó con mucho cuidado en su frente y para que se quedaran quietitas les puso un poquito de miel que había quedado en el frasco con forma de osito, mientras su hermanita le dibujaba una gran flor en el medio del patio, con un montón de tizas de colores. Se sentó en el medio y esperó por si le venían ganas de volar; pasó una hora, dos, y pasaron muchas mariposas que la miraron con bastante curiosidad, pero no pasó nada.

-¡Me parece que era una mariposa mentirosa! –y pensó – mejor le pregunto al colibrí.

Descubrió uno en el otro extremo del jardín. Era medio mañoso, porque algunas flores le gustaban y otras no.

-Oiga señor colibrí, usted que sabe tanto y lo hace tan bien ¿Me podría enseñar a volar?

-¿Una niña tan grande y no sabe volar? ¡Wow! ¡Qué vergüenza! –dio media vuelta y se fue.

En eso venía caminando un pato marrueco, luciendo sus hermosos colores y un precioso bamboleo de su cola al caminar.

-¡Qué maleducado, cuac, el pajarito! ¿Quieres aprender a volar? Yo te enseño.

La pequeña no entraba en su ropa de alegría, que aunque era muy pequeña, su ropita era más pequeña aun.

-¿Cuándo empezamos? Preguntó ella.

-¡Ya mismo! – Dijo el pato haciendo mil posturas que la niña imitó al pie de la letra. Pero de repente salió de su pico un graznido estridente y con mucha frustración le dijo: -¡Es que tú no tienes pico! – y salió volando y rezongando.

En el instante en que la niña se iba a dar por vencida, vio en una revista una promoción de vuelos en avión a la Patagonia, y se dio cuenta que podía intentarlo comprando un boleto. Y se fue cómodamente en un avión sin antenas y sin pico.

Y colorín colorado este cuento aún no ha terminado.

Sella - 2018

 

 

 

viernes, 21 de agosto de 2020

 


                                                            Luis al cuadrado 

 

En una oficina ordinaria, un joven entusiasta conversa con un señor que ha tomado su lugar frente a la computadora.

–Todavía no lo entiendo, ¿Cómo llego a ser vos?

–No sé

–Quiero decir, ¿en qué momento me desvío de lo que soy y llego a eso?, sin ofender…

– ¡No, no! No te preocupes

– ¡Ves! ¡A eso me refiero! Te dije algo feo y no reaccionás.

–Ajá

El joven suspira.

– ¡Mmm!... ¿Te falta mucho?

–Si

– ¡UGH! –tamborilea los dedos en la mesa, inquieto.

El señor lo mira y mira la mano.

–Perdón, perdón. Y… decime, Luis… ¿Te puedo decir con mi nombre, o en el futuro lo cambio? Siempre me ha gustado Agustín pero…

–Decime Luis–interrumpe el señor.

–Bueno, Luis. ¡Ay! ¡Qué raro se siente! Emm… ¿Cómo está Mariana?

Luis mayor corre la vista de la computadora y la fija en el piso.

– ¿Se murió?

–No. Se fue.

–Uh…

Se produce un silencio.

– ¿Cuánto le falta Don Luis? Mire que tengo que seguir trabajando ¿Le molesta “Don” Luis? Siempre quise saber cómo sonaba.

Me falta nomás. Decime Luis.

Luis joven se acerca a la computadora para ver qué es lo que está haciendo.

– ¿Necesita ayuda, Luis? ¿Ya no sabe usar la computadora?

–Ya no hay computadoras.

–Uh…Eh… ¿Qué busca?

–La foto de la playa. Esa que salimos con la mami.

–Déjeme que se la busco rapidito. Que si mi jefe se entera que no estoy trabajando y que estoy hablando conmigo mismo ¡JA! ¡De patitas a la calle!

Luis mayor se levanta de la silla, y Luis joven se sienta y comienza a buscar.

–Acá está. ¡Qué chiquito que estábamos! ¡Qué feliz la mami! ¿Quiere que se la mande por mail? –antes de que el otro conteste agrega: –Cierto. No más computadoras, se la imprimo –. Manda la instrucción y la impresión comienza.

–Gracias

–No hay de qué. Y cuénteme ¿Cómo ha llegado acá?

–Es confidencial

–Ah… ¿cosa del gobierno?

–No.

La impresora escupe la foto impresa. Luis joven se la pasa a Luis mayor.

–Bueno. Adiós.

– ¡No! ¡Pare Luis! ¿No me quiere decir algo, ya sabe, de lo que va a pasar? ¡No, no, no! ¡No me diga nada! Que si no, me voy a pasar la vida esperando a que pase y si es que no sucede, me voy a poner triste.

Luis mayor sonríe.

No insiste, al contrario de como el Luis mayor a él no lo hizo. Lo deja ser y se va.

–Chau, Luis. Suerte–dice antes de salir del cuarto.

                                                                                                                                                                                                                                            Carolina Solsona - 2018

           

 

jueves, 20 de agosto de 2020

 


Ser  y  silencio 

  

Nace esa brisa fresca y serena

Tras el silencio, sin elocuencias,

Solo simples presencias…

 

Esos tonos cálidos que surgen por dentro

Placer y paz, dulce contento

Detrás del silencio, siempre el encuentro

 

Vivo sabiendo y comprendiendo,

Vivo con más sentido, muero viviendo

Dando todo y recibiendo lo que soy

Ser y silencio…

 

 

Delfina

 

miércoles, 19 de agosto de 2020

 

  El túnel liso.

 

¿Qué harás en la soledad, alma mía, 

en la soledad total?

Sola contigo misma,

con tu respiración, 

con tus pensamientos manipuladores, 

con tus miedos.

 

¿Acaso te dejarás vencer?

Sin un trozo de papel, ni un lápiz desgastado.

Nadie, pero nadie, podrá saber qué piensas, qué sientes, 

y en ese momento te darás cuenta de lo que viviste,

de las oportunidades que aprovechaste o perdiste.

De las personas que ya no verás, las que ya no abrazarás.

 

Te irás por ese túnel y escucharás la música que está en tu mente,

ese túnel liso que no te permitirá asirte

ni detenerte en el trayecto.

Entonces, te animarás a bailar esa música…

 

¿Te liberarás del peso de ti misma? 

¿Acaso bailarás el vals del agradecido?

¿O te quedarás contemplando cómo se descorre lentamente,

segundo a segundo, el interminable velo del tiempo cruel?

 

El mismo verá secar gota a gota los frágiles

hilos de sangre que recorren tu cuerpo.

 

Alma mía, qué frágil ha sido tu recipiente de barro,

ya ni el líquido de tus lágrimas hará que retoñe el rosal de tu ilusión.

 

Sola, como aquel que pierde la noción de su presente

y decide abrir la puerta a su propio mundo.

 

¿O es que, acaso, al fin extenderás tus alas

y te librarás del peso de la ilusión

que te mantenía atada al mundo de la incertidumbre?

 

Por ahora sigue experimentando

en el mundo colorido de la distracción humana.

 

Deja tu último latido con la fuerza de haber vivido

y haber disfrutado de su hermoso contenido.

 

                                                                                  Luisa Rodríguez

martes, 18 de agosto de 2020

 



Maestra, a ti recurro para dilucidar mis dudas y conflictos, porque he oído que la Renuncia ha muerto ¿Puede eso ser cierto?

Sí Alma, lamentablemente ha muerto para muchos, porque no la ven, del mismo modo que dicen que el día ha desaparecido porque no ven el sol, aunque todos los adelantos del conocimiento demuestren que el día no desaparece sino que avanza hacia otros horizontes. Algunas mentes permanecen en lo que recuerdan sin comprender lo que aprendieron.

Iris Nelly

lunes, 17 de agosto de 2020

 

EL ALFA Y EL OMEGA

 

El alfa y el omega,

el saber vivir y saber morir

la completud.

 

¿Qué hay de todo esto en mi vida?

Seres que amo y otros que no.

Semillas que acompañé y otras que olvidé.

Rostros que pasaron sin que los viera y otros que jamás olvidaré.

Y esa incesante búsqueda de equilibrio, de darme, de recibir,

de estar y no estar, de ser y no ser.

Allí, en las profundidades de mi alma

me busco y te busco, principio fundamental del Universo,

y sólo siento tu presencia, tu misterio,

eso que está más allá de mí, de ti, de la creación, de lo inmanifestado.

 

Y todo se une, como las piezas de un rompecabezas.

Y todo cobra sentido para mí.

Sé que no es perfecto, pero tiene el diseño del marco,

Las pinceladas que necesito para darle sentido a mi vida,

que me mantiene de pie en los momentos áridos

y me suaviza en la algarabía.

Deseo que así sea, por toda la eternidad,

y que vos encuentres ese espacio interior tuyo,

único e irrepetible, que le dé sentido a tu vida.

                                   Adriana - 2013

 

viernes, 14 de agosto de 2020

 

                                                            

                                                            LAS FLORES

 

            Cuenta una leyenda urbana que un señor tenía unos terrenos  baldíos que no utilizaba, y por los que no había pagado los impuestos correspondientes, de modo que le fueron ejecutados en subasta.

            Muy enojado con la situación, el señor hizo extraer muchas camionadas de tierra, dejando el lugar con un profundo pozo, que afeaba el lugar. Allí suele llover abundantemente, por lo que el pozo se llenó de agua y se transformó en un estanque de más de trescientos metros cuadrados.  

            Esa ciudad ha sido construida alrededor de una laguna natural, que tiene una gran cantidad de fauna y flora, lo que la hace muy especial.

            Y de allí ha sido que las aves se han encargado de llevar las semillas de plantas acuáticas hasta ese nuevo espacio, las que han proliferado abundantemente, transformando el lugar, de un feo pozo cavado por el enojo, a un hermoso manto de flores celestes, para gozo de todo el vecindario.

                                                                                              Ami - 2010

           

jueves, 13 de agosto de 2020

 

 

     VIDA

 

¡Qué sentido tiene la vida!...

Si una crisis que me enfrenta

conmigo misma,

y no me permite escapar,

de una pregunta

que no debo olvidar…

¿Qué sentido tiene MI vida?

 

                Norma – 2012

miércoles, 12 de agosto de 2020

 

LEYENDA de la CORTADERA

Hace muchos años, en tierra de huarpes vivía una hermosa joven llamada Aimará, que conocedora de su belleza, desdeñaba burlonamente a todos los pretendientes que se acercaban a manifestarle su amor.

            Pero sucedió un día que llegó hasta estas tierras un príncipe inca, hermoso y gallardo, que se enamoró de una joven de nombre Aylén,  no tan bella pero de muy buenos sentimientos, quien también se enamoró de él, despertando la envidia de la bella Aimará.

            Poseída por los celos, la hermosa joven pensó que si Aylén desaparecía el príncipe inca se prendaría de ella, por lo que con falsa simpatía la invitó a ir hasta el borde del río caudaloso que descendía de la montaña, y en un descuido la empujó al torrente que la arrastró rápidamente, pero el joven enamorado vio lo sucedido y se arrojó a las aguas tratando de salvar a su amada, pero ambos perecieron, y más tarde fueron encontrados sus cuerpos sin vida estrechamente abrazados.

            Aimará se dio cuenta demasiado tarde de su terrible acto, y arrepentida pidió al río que también se llevara su vida, mas el río le dijo: “Vivirás para siempre  a mi vera, viéndome pasar, y ni siquiera podrás ayudar si alguien quiere asirse de ti para salvarse, ni nadie podrá abrazarte sin salir herido. Seguirás siempre bella, pero sin amor”

            Y la convirtió en una hermosa planta de cortadera, que vuelca sus hojas hirientes hacia las aguas del río, que siguen su camino, indiferentes.

                                                                                  Asunción Ibáñez

martes, 11 de agosto de 2020

 

 

SUEÑA  MI  NIÑO


Sueña hijo y no dejes de soñar,

allí están los secretos del misterio a develar.

Sueña hijo y no temas de soñar,

porque soñar no es sólo cosa de chicos.

 

Soñar es cosa de espíritus sanos,

soñar es la base de la Fe,

y mientras más sueñas,

más cerca de ella estás.

 

Sueña hijo, sueña dormido o despierto

pero nunca dejes de soñar.

Sueña y cree en lo que sueñas,

sueña bello y ponle luz.

 

Sueña hijo, sueña niño,

Sueña alto y llega al cielo…

y no dejes de ser niño,

¡El Padre así lo espera de ti!

 

                    Alejandra Palma Putalivo

 

lunes, 10 de agosto de 2020

 

Mis propósitos

Hago hincapié en los propósitos teniendo presente los dones que recibo.

Humildad: es la base para aprender, siendo receptiva de lo que recibo, para lograr progresos en el camino espiritual que elegí.

Uso de palabras constructivas: dirigiéndolas a quienes me rodean cotidiana u ocasionalmente, puedo hacer un cambio productivo en mi día y en la de los demás.

Pensamientos positivos: tenerlos aclara mi propio ser interior, purifica mi mente y me otorga la voluntad, la fuerza necesaria para llevar a cabo acciones constructivas para mí y la sociedad.

La práctica de la oración: al elevar mis oraciones a Dios con verdadero deseo de agradecerle lo que poseo: salud física, mental y emocional, que otorga a mi vida un equilibrio, una vibración muy positiva que me trasciende.

La meditación diaria: meditando a diario logro concentración al mismo tiempo que me uno a “mi yo interior”

Tiempo de lectura: al dedicar tiempo a la lectura aprendo a conocerme interiormente, puedo comprender a otras personas y evito contaminarme con charlas vanas o noticias negativas que sólo corrompen el alma.

Relación con los demás: estoy atenta a las necesidades del prójimo y si tengo oportunidad le brindo mi ayuda, la que no siempre es material ya que en muchas ocasiones sólo necesitan ser escuchados, y lo hago con atención.

Aprender a discernir: si logro distinguir el verdadero camino que me une a la Divina Madre me alejaré del error.

Voluntad y perseverancia: poner toda mi voluntad al servicio de mis objetivos, perseverando en mi afán de superar mis propias limitaciones.

 Nélida - 2015

viernes, 7 de agosto de 2020

 

            EL MUNDO EN MIS MANOS

 

            No es una utopía, el mundo está en mis manos. Está en nuestras manos, en las manos de todos, pero sólo puedo manejar dos manos: las mías.

            Hemos hecho del Planeta un lugar inseguro, y digo hemos hecho porque todos ponemos cada día algo de nuestra parte para contaminarlo y despojarlo de sus maravillosas cualidades naturales, usando productos de limpieza más eficaces (y más contaminantes), derrochando el agua y utilizando plásticos de difícil degradación, entre muchos otros factores, todos conocidos.

            Por eso, si me hago consciente, el mundo está en mis manos. Si cada par de manos cuida del ambiente, y si el dueño de esas manos piensa, aunque sea por un instante, en las  consecuencias posteriores de sus elecciones, a la larga podremos lograr un mundo menos contaminado, aunque no lo veamos nosotros pero sí las generaciones venideras, por lo que vale la pena intentarlo.

            Nuestro entorno es expresión de nuestro interior: así también se contaminan nuestras ideas y nuestros sentimientos, por lo que si logramos reconocer en nuestras actitudes la responsabilidad que nos cabe, el mundo, interno y externo, comienza a cambiar para nosotros. Y cambiará para los demás, quienes podrán aprender del ejemplo además de gozar de nuestros pequeños esfuerzos tanto como nosotros.

            Muchas manos hacemos cambios importantes, ya los hemos hecho aunque no para mejor, por eso estamos en este punto crítico. Si tomamos consciencia de nuestras acciones podemos revertir el proceso, y habrá menos enfermedades, menos carencias, menos exclusión, menos inseguridad y más amor.

 

                                                                                              AMI - 2010

 

 

 

 

jueves, 6 de agosto de 2020

 



Viajo a encontrarte Madre…

Me llevo lo que soy.

Te entrego lo que siento,

pienso, creo, deseo, tengo.

Viviré en tu silencio.

Que en tu silencio de Amor

me crezcan alas.

Pero no me permitas, Madre,

Volar lejos de Ti.

Lidia Gastaldi

 


miércoles, 5 de agosto de 2020

Sexto peldaño.

EL GOZO

            El alma se ha hecho más y más consciente; consciente de donde viene, de lo que cuesta superarse, de lo que anhela para sí y para toda la existencia, de las sutilezas del ego por no perder su reinado. El alma va haciéndose sabia en su “no-saber”. Ya está en condiciones de correr los velos del temor, la ignorancia, la búsqueda de placeres mundanos que ya no la colman; empieza a sentir el santo Gozo de saberse parte inseparable del todo, el Gozo de estar consciente, de acercarse a la Divinidad, de poder ofrendar sus logros al mundo. Nada produce más Gozo que el saber darse. Dar, cualquiera puede hacerlo, incluso por motivos egoístas, pero darse es no medir, es perfeccionar aún más el amor, es hacerlo mucho más puro. En ese éxtasis de amor el alma se transforma en Gozo del mundo, porque lo transmite en todas sus formas. Aprendió que no tiene valía el camino del sacrificio si no se hace con exultante Gozo. Y ahora es Gozo verdadero para todo el universo, se transforma en la esencia misma de ese gozo y hace más diáfano su amor. Porque ya no se deja envolver por las mentiras del ego y empieza a sentir el placer de la libertad. A ser consciente de esa libertad que consiste en ser lo que se es en esencia y volcarlo todo al universo, empezando en su entorno, comprendiendo que todos somos uno.

 

Del libro El Sendero, siete peldaños hacia la luz, de Rubén Ferrero – Editorial Equinoxio – página 39 – Año 2016 – Con autorización del autor.


martes, 4 de agosto de 2020

Abril 2020

 

No sé qué pasa en el mundo

que todo está tan callado…

Semana Santa dolorosa,

todos estamos llorando…

hemos cavado la fosa       

donde guardamos especies

a las que estábamos matando

creyéndonos la gran cosa…

 

No sé qué pasa en el mundo

que todo está tan callado…

No sabemos estar solos,

no aguantamos el encierro,

somos los desconocidos

que no nos vemos adentro,

adentro, en el corazón,

adónde nunca hemos ido.

 

No sé qué pasa en el mundo

que todo está tan callado…

Ahora nos toca a nosotros

llenar las fosas de espanto,

sin poderlo comprender

aunque lo estemos buscando,

y no es por no querer

que lo estamos ignorando.             

                                  

Asunción


  Reflexiones                                                                                                           CAMINO       ESPIRIT...