lunes, 31 de enero de 2022

 

Acta de denuncia.

 

En el día de la fecha, 13 de noviembre de 1968, yo, Don Remigio Comesopa,  Comisario titular de la comisaría 98 de Punta Seca, hago constancia de:

El miércoles 2 del corriente mes se hizo presente en esta Comisaría Don Torcuato Lascano, residente en la Finca Las Tortugas, quien expuso lo siguiente: Esa misma mañana, de madrugada, se dirigió al corral para ensillar su caballo, y aunque la oscuridad aún era notoria, logró distinguir dos figuras que se movían con prisa y creyó escuchar el grito ahogado de una gallina. Se dirigió hacia su gallinero y comprobó la ausencia de su bataraza ponedora. Regresó al corral del caballo y encontró plumas de la misma junto al lavadero, y siguiendo el rastro llegó hasta la casa de los Hurtado, al otro lado de la calle, donde la ingeniosa gallina había dejado un huevo como constancia de su paso por el lugar. El dicho huevo era fácil de identificar ya que esa gallina ponía los huevos de cáscara verde y era la única con esa característica en la zona. Es lo que consta en la denuncia efectuada el día dos.

A partir de allí comenzamos a investigar, primero enviando al Cabo Ramiro Molestado, quien hizo una visita de rutina, pero que en realidad era parte de una investigación que se iniciaba con esa operación de inteligencia. Llamó la atención del cabo el hecho que no lo hicieran ingresar a la casa ni le ofrecieran algo de beber o tan siquiera un mate amargo, aunque sí vio justo en el pozo de la basura unas plumas belichas que evidenciaban el sacrificio de la gallina en cuestión.

Informado que fui debidamente de esto, solicitamos al Señor Juez una orden de allanamiento, realizando éste por sorpresa, con lo que pudimos ingresar a la vivienda y descubrir en ella gran cantidad de bicicletas, televisores, radios y hasta un lavarropas y una cortadora de césped. Los ocupantes de la casa trataron de zafar aduciendo que era para su uso personal, cosa bastante extraña dado que la zona no cuenta con energía eléctrica, quedando todos detenidos y a disposición del Sr. Juez.

                                                                              Asunción - 2010

 

domingo, 30 de enero de 2022

 

 

El ayer me sembró el hoy

y hoy sembraré el mañana,

pasado cosecharé

el fruto de mi sembrada.

Pero debo estar atento

con mi saco semillero,

no sembrar lo que no debo

y que eso arruine mi huerto.

Alberto Coronel

viernes, 28 de enero de 2022

 



La cajita mágica

 

Esta es la historia de una cajita de música que decidió cambiar con los nuevos tiempos. Antiguamente vivía en un aparador con muchos otros objetos preciosos para regalo, en un comercio de Buenos Aires.

Cuentan que se le daba cuerda y tocaba una hermosa y suave melodía. Fue regalada a una bailarina del teatro Colón por un apuesto joven que quería conquistarla.

Pero su amor no fue suficiente para la familia del adinerado joven, ya que no veían con buenos ojos a una bailarina como su esposa.

Corrían los años cincuenta, no hace tanto después de todo, y sin embargo la mente cerrada del momento condicionaba ese amor.

Ella, muy dolorida por la decepción, dejó el ballet donde tenía ya una posición reconocida y un gran futuro.

Pasaron unos años, hasta que un día su mente y su corazón se abrieron descubriendo su verdadero ser. Dicen que volvió al ballet con más ímpetu y armonía; era espectacular verla bailar ante el teatro lleno, mostrando su verdadero talento.

La cajita siempre la acompañaba, todos los días, hasta que desapareció. Y también dicen que la bailarina se volvió a encontrar con su joven enamorado. Muchas veces el tiempo acomoda lo que tiene que ser.

En cuanto a la cajita, lo que sé es que cambió su música por hermosas palabras que repetía continuamente a las personas que lo necesitaban y solo se dejaba ver por ellas.

Viaja la cajita, ahora mágica, por el mundo, repitiendo: “Eres buena, vales mucho, recuerda tu esencia divina, tienes una misión, el amor te guía, la prosperidad te acompaña, agradece siempre.

Seguramente la cajita ayudó mucho a la bailarina, puedes encontrarla, porque uno siempre debe buscar en su interior la forma de sanarse a sí mismo, para su bienestar.

                            

                                                                        Mirta Fernández - 2022



jueves, 27 de enero de 2022

 

Consejos


Tus posibilidades en la vida no son, quizás, las que imaginas, pues puede que no sean reales las habilidades que cree crees poseer, pero no debes limitarte en las que crees no poseer.

La vida es un camino de búsqueda constante, sumérgete en ella.

                                                                                                                                                                                                 MI

miércoles, 26 de enero de 2022

 

TRABAJO CON METÁFORAS

 

El camino me tienta

como helado de fresa,

y me invita a seguirlo

con sonrisa traviesa.

 

¿Hasta dónde me llevas

cinta desplegada al viento?

No veo las señales,

no siento la presencia

de niños o de pájaros

saltando allá contentos.

 

“Te enredas como un nudo”

me dice aquel camino.

Sé libre como el pájaro.

Anímate a seguirme…

Soy tu espejo, tu imagen prefijada,

seremos como el agua que busca

su destino.

Seremos como un río, y seremos

la niña que se mira en el río.

 

Llegaremos al mar

que ruge cual león viejo.

 

Y seremos amantes

enredados y sin tiempo.

 

Me resisto a entregarme

a la zigzagueante ternura

de un camino ondulante

que no tiene premura.

Él me espera, allá, quieto,

como un río encantado,

yo me acerco y despacio

le voy dando la mano.

 

Clara Molina -2021

martes, 25 de enero de 2022

 

Descripción

 

 El Palmar

 

Mi pueblo es un pedacito de tierra fértil en un rinconcito de mi país, Bolivia, donde abundan las palmeras y los lapachos de colores, como el rosa, el blanco y el amarillo, creando un paraíso en la tierra, pitando y hermoseando nuestros bosques.

 Su gente es alegre, cuando escucha el sonido de la guitarra, el violín o el bombo se encienden los corazones y saltan las emociones; de repente se arman los bailes y empiezan a nacer las canciones en tonadas de chacarera, de cueca y de gato. Nace un ambiente de felicidad y de momentos únicos, donde reinan las risas y los cuentos de historias pasadas.

 También mi pueblo es conocido como un buen anfitrión. Cuando llega un amigo a nuestras casas, lo primero que se hace es poner la caldera o pava al fuego para sentarse a conversar con el visitante, sacamos nuestros bollos sin hacer faltar el queso fresquito para ofrecerlos como bienvenida, y el mate es un ritual entre amigos y familiares que nos permite disfrutar, escuchar vida y vivencias del que nos visita.

 Cuando estamos muy atentos nos damos cuenta que no solo tenemos las visitas de las personas, también nos visitan hermosas aves como los cardenales que nos tocan las ventanas con su pico, haciéndonos notar que ellos también quieren nuestra atención y nuestro cuidado.

 El mes de agosto es esperado, por los palmareños, porque todos los años se realiza el festival de la tradición chaqueña, es donde el lugareño demuestra sus habilidades en la pialada, la doma de potro, la marcada, la riña de gallos, las carreras de caballo, la toreada entre otras costumbres que son rutina del chaqueño en su vida diaria.

 En las carreras de caballo mi familia tiene historia. Cuentan que cuando vivía mi padre, don Rufino Arenas, quien fue unos de los creadores del festival, tenía su yegua colorada con un lunar blanco en la frente a la que llamaban La Chica.

 Era una yegua majestuosa, de patas largas y musculosas, corría como el viento y no había caballo o yegua que la pudiera alcanzar. Todas fueron victorias y alegrías para ella y su dueño. Dejó de correr porque su dueño partió hacia otro mundo y ella ya no podía acompañarlo en esta nueva aventura. Vivió por muchos años más, ¡Enferma y triste! La gente narra que la yegua lo quiso curar, porque cuando mi padre enfermó, ella también se puso mal al mismo tiempo, parecía que tenía la misma enfermedad, demostrando que los animales también sienten y aman a sus dueños sin pedirles algo a cambio, solo aman porque así lo quieren.

 

Basilia Arenas -2021

lunes, 24 de enero de 2022

 


Reflexiones sobre el trabajo colectivo del taller

Mi primera reacción al leer la frase que me enviaron fue de sorpresa. Gira, gira.

¿Qué podría agregar yo a eso? Pensé en una ruta, en muchos vehículos en ella haciendo girar sus ruedas devorando kilómetros.

Recordé el día que fuimos con mi hija a conocer un lugar recién inaugurado en donde tomamos el té y dónde había una hermosa calesita, traté de imaginar en qué estaría pensando la persona que escribió el verso que recibí y de ahí nació mi verso, fue como un destello revelador.

El ejercicio me pareció excelente, motivador. Ya en otro grupo he participado de algo similar y también con hermosos resultados, como ahora en el taller, la conexión que se crea entre personas que casi ni se conocen, solo con intentar pensar en que sintió cuando escribió es realmente asombrosa. Me agrada mucho éste tipo de actividad; porque para lograr coherencia en el escrito hay que leer y entender lo que ya se ha planteado.

Ana María Muñoz 2021

domingo, 23 de enero de 2022

viernes, 21 de enero de 2022

 

Metáfora

 

Baja el arroyo cantando, con su tintineo de delicados cristales. Y se

 abre paso contorneándose como lustrosa serpiente.

                                                                      


                                                    Nela Bodoc




jueves, 20 de enero de 2022

 


En el fragor de la lucha

que cada día requiere

exige que te superes,

cada día ser mejor,

existe un templo interior

pleno de amor y virtud,

es el camino apropiado

para llegar a la luz.

           

Alberto Coronel

miércoles, 19 de enero de 2022

 


Amelie


Nació algún día del mes de agosto de 2011, en San Rafael, Provincia de Mendoza, República Argentina.

Pequeña, pelo con rulos blancos, de unos 45 días y con una personalidad que irradiaba simpatía, apareció en el patio de adelante de la casa en la que vivíamos.

Luego de alimentarla la entramos para que no pasara frio. Al otro día, la dejamos nuevamente en el patio delantero, seguros de que se iría o sus dueños la buscarían. Pero nos equivocamos, al regresar del trabajo seguía ahí.

Se quedó con nosotros, nos elegimos mutuamente. Rápidamente se sumó a la familia, constituida por José y yo, más Prana, una perra “tipo ovejera” y Wangari una gatita color negro que también nos  habían escogido. Como viajábamos seguido a Mendoza, se acostumbró rápidamente a subirse al auto y salir con nosotros.

Cuando volvimos a vivir a Mendoza, encontró un lugar más amplio en el cual desplegarse, disfrutaba de bañarse con el agua que entraba todas las semanas para el riego, tumbarse al sol, jugar con todos los que venían a visitarnos, rascarse en el pasto recién cortado y ladrar a los perros que vivían al lado.

Una vez, estando en celo la llevamos a la casa de un perrito caniche para que tuviera un novio y así tendía sus crías. Sorprendidos vimos como ella se le subía al perrito, impidiendo que pudieran cruzarse. Como buena petiza le encantaban los perros más altos, altísimos para ella. Cada celo veíamos como ella buscaba a esos perros más grandes y que no se cruzaba y salía a veces herida por la demanda y pelea entre machos. Al pasar los años, la llevamos a la veterinaria para que la esterilizaran ya que estimamos que no era lo suyo eso de tener cría.

Siempre atenta a nuestros movimientos, si salíamos caminando de la casa quería ir con nosotros, algunas veces la llevábamos y otras no. Siempre queriendo estar acompañada, en lo posible con ambos. Si se quedaba lloraba hasta que el que se había ido volviera.

En el 2020 decidimos viajar al sur de Argentina, en ese tiempo solo estaba ella y por supuesto que la invitamos a la aventura. Ahora viaja con nosotros, y se adapta muy rápidamente a los distintos entornos en los que nos encontramos.

En Tierra del Fuego se ha hundido en la nieve, se mete en los arroyos, trepa el cerro, salta entre los árboles del bosque. Aquí se ha unido a otra perra que vive en la casa que está al lado y a una yegua.

Cuando el sol está lindo disfruta de echarse junto a la a sus nuevas amigas.

                Ariadna - 2020

 

martes, 18 de enero de 2022

 

 

        Margarita no encaja

 

            Margarita no encajaba,

            porque Margarita era una niña

            con nombre de flor…

            Pero no de cualquier flor,

            de una flor que creció

            junto a un cauce de agua,

            en el campo…

            Y así era su espíritu,

            libre, sin encaje,

            aunque ella aún no lo había descubierto…

            Cada vez que quería encajar

            se marchitaba,

            casi moría…

            Y entonces

            rompía su caja y volaba

            mientras todos decían:

            “Qué pena, Margarita no encaja”

            Hasta que ella, Margarita, supo

            que debía dejar de elegir caja,

            y ser libre,

            sin encaje.

                                               Marta - 2022

lunes, 17 de enero de 2022

 paradojas 


            La firma de un contrato

 

Un día fui a firmar un contrato, me recomendaron que leyera la letra chica aunque no se viera porque ahí podía estar la trampa, y no hay ciego mas ciego que el que no quiera ver, asimismo me dijeron que si no caía en sus trampas por lo menos resbalaba.

Ese día llegué a la oficina temprano, estaba pensando en descubrir la posible trampa, leí una y otra vez el contrato, pero no la encontré, fue como buscar una aguja en un pajar, así que añadí en el contrato en letras pequeñas: “No responderé si existe una trampa”, porque sé que hombre precavido vale por cien hombres sin precaver.

Regresando a casa me di cuenta que cuando alguien habla de trampas es por que alguna vez tendió alguna, y  es mejor desconfiar porque caras vemos, pero corazones no sabemos.

Verónica Gandarillas - 2021



viernes, 14 de enero de 2022

 



Donde está tu mente allí estás vibrando y según donde vibras es lo que sucede.


 Patricia Persia

 

 

CLAUSTROFOBIA

 

Observo una callejuela estrecha, empinada y totalmente azul. Asciende desde donde la miro, hacia no sé qué misterio.

Está adornada con macetas colgantes, llenas de plantas unas pequeñas, otras más grandes. Denotan poco cuidado, parecen carecer de vitalidad, descoloridas. El color de los edificios, el sendero de escalones altos, me recuerda aquellos cubitos de azul para la ropa que usaba mi madre para blanquearla. Por el costado derecho hay una especie de escalera blanca, muy común, con peldaños de caño redondo, recostada sobre todo el largo de la escalera azul.

Hacia el final observo algo semejante a un arco, parece la entrada a una casa o a otro espacio. Y más hacia el fondo, detrás del arco, una construcción blanca. Siguiendo por la callejuela, al llegar al arco, parece girar hacia la izquierda. No se asemeja a nada que haya visto, o eso creo. No recuerdo puertas ni ventanas, salvo la arcada.

Mirar esta imagen me provoca sensación de encierro, una especie de atrapada sin salida: ahogo, angustia. Me desagrada mirarla, no quiero de ningún modo explorarla, subir por ella. Temo lo que pueda encontrar escondido al girar hacia la izquierda. Es como si fuese una imagen falsa, una creación de no sé qué hado maligno para engañar, para atrapar distraídos. Deseo escapar de ahí, encontrar una salida.

Quiero llegar a espacios abiertos, aire, sol, gente común, animales de cualquier tipo. Una imagen normal de la vida cotidiana, no esa que parece onírica, muerta ¿A qué le tengo miedo? Son miedos de adentro que han podido proyectarse en una imagen neutra. No los reconozco. Muchas veces mis pesadillas me encierran en callejuelas estrechas y oscuras. ¿Serán del pasado, o del futuro? ¿O solo serán meros laberintos de una mente cansada y triste por tantos errores y pérdidas?

 

Teresa Columna - 2020

jueves, 13 de enero de 2022

         


Sueño


Soñé que viajaba en micro y durante el viaje iba imaginando un cuento: El microcuento.


Nela Bodoc

 


miércoles, 12 de enero de 2022

 

Reflexión 

 

            He visto los cuadros de Dalí, de Picasso, de Xul Solar. He admirado las esculturas de Lola Mora y de Miguel Ángel, sonreí con La Gioconda de Da Vinci, gocé con las poesías de Neruda recitadas por él mismo, y leí con gusto a García Lorca, a Machado, a Marechal, a Bioy Casares y cientos de voces más que resonaron con gracia para mis sentidos y que quizás me hayan salvado de muchos males sociales.

 

Asunción - 2010



martes, 11 de enero de 2022

 

Soneto

 

HIPÓCRITA ESPEJO

 

No seamos hipócritas don Espejo.

Estás hecho simplemente de arena,

aquél que a mirarse se atreva,

terminará viendo rostros perplejos.

 

Solo sé que no encuentro lo bello.

Aunque insista con una mente abierta,

el barro de mis pies a ciencia cierta,

salpican mis ojos aún de lejos.

 

No puedo romperte aunque lo quiera,

más bien hacerte añicos, ¡Miserable!

¡Desalmado!, inerte, como fiera.

 

Una vivencia triste y alarmante

no vale la opción de una trinchera.

Mejor será buscarse un amante.

 

Adriana Brescia - 2021

lunes, 10 de enero de 2022

 

        

    Sentido de individualidad.


Cuando era niño creía ser un individuo único, distinto, independiente. Cargado de sueños a realizar e imaginando caminos a recorrer.

 La adolescencia le dio seguridad, fuerza, anhelos de realización; sabía lo que quería y que no se detendría hasta encontrarlo, tenía ese derecho.

 Pero el tiempo, implacable, se encargaría de demostrarle la fragilidad de sus derechos y sintió al mundo muy distinto.

 La agotadora persecución de sus realizaciones, la necesidad constante de elevar la mirada para no caer en la frustración, y lo indefinido, el no saber qué ni cómo, en la incertidumbre, a la espera…

 Buscando sentido ante cada fracaso… y ante cada triunfo. Tratando de superar ese vacío de fondo que alimentaba las preguntas crecientes ¿Esta es la vida? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Existe Dios? ¿Dónde está?

 Y se responde: El ser humano es muy frágil, y sus derechos se reducen a uno: buscar la libertad que no está afuera.

 

                                                                                                              Anónimo.

 

 

domingo, 9 de enero de 2022

 

Nocturno.

La noche abrazó las calles y los habitantes de los sueños interpretaron a pie juntillas los miedos de los durmientes.

                                                                              Sella - 2021

viernes, 7 de enero de 2022

 



Hoy amanece distinto,

pero a su vez siempre igual,

en la magia de la vida,

vivir, vivir ¡Despertar!

Alberto Coronel

jueves, 6 de enero de 2022

 


¡Hermosas tus plantas! ¿Pero, por qué hay una maceta con un yuyo?

¡Ah! Ese es el que avisa cuando tienen sed.

                        AMI

miércoles, 5 de enero de 2022

 


Vaivén

 

A las ocho, sólo a las ocho, a las ocho…

…Repite el hombre sin cesar, yo lo observo mientras hamaco mi niñez, desde este rincón de la plaza circular.

A las ocho, sólo a las ocho, a las ocho- su voz se acerca y se aleja entre el vaivén rechinante.

Para mí es un juego el escucharlo ¿Y para él?

Harapiento y ausente, tal vez una rutina sin final, o una cita, o un después. No hay respuesta.

Y sigue allí, solo en su mundo de un tiempo infinito, de un tiempo sin tiempos.

A las ocho, sólo a las ocho, a las ocho, sólo a las ocho…

Y yo sigo hamacando y hamacando mi niñez…, A las ocho, sólo a las ocho, a las ocho, a las o…, lo susurro una y otra vez, …A las ocho, sólo a las ocho, a las ocho…

Pero siento que ya son las diez.

                                                               Alicia Rita García

 

 

 

martes, 4 de enero de 2022

 

Cuento


Esa tarde gris

 

Era una tarde de invierno, fría y gris.

La niña veía, a través de la ventana, como el viento agitaba las copas de los árboles. Su madre le ordenó que se quedara en su cuarto. La noche anterior, había tenido unas líneas de fiebre.

Volvió a sus dibujos y siguió coloreandolos, muy concentrada. Amaba pintar, nada le gustaba más. Se notaba que tenía dotes artísticas.

Sobre la puerta del placar, estaba pegada su reciente obra de arte, el retrato de su papá.

Un pajarito se posó en la ventana cantando alegremente para atraer la atención de la pequeña.

Ella seguía pintando, pero finalmente escuchó el dulce mensaje que le pareció muy bello. Y se quedó un largo rato con su carita pegada al vidrio, para escuchar mejor. De pronto, una ráfaga muy fuerte empujó a la pequeña ave que desapareció de la ventana.

La niña temió que algo catastrófico le hubiese ocurrido y comenzó a llorar amargamente.

Después de un rato, unos golpecitos en el vidrio la sacaron de sus penas. Había vuelto el pajarito que siguió alegrándole la tarde.

Ella se preguntó si pudiera ser que fuese inmortal, tal vez, como las hadas de los cuentos.

Se sintió muy afortunada por volver a oír su canto. Y que a pesar de lo gris y oscuro de esa tarde de invierno, todo parecía volverse más luminoso en el cuarto.

Ya no dolía tanto que su padre no la hubiese venido a buscar ese fin de semana. Le costaba entender esa ausencia. La vida es algo intrincada para una niña de cinco años.

Solo el amor la puede hacer un poco más sencilla.

Como el canto de un pajarito en su ventana.

 

Dulce pajarito, que traes tu canción

besando mis penas solitarias,

cántame unas cien plegarias

que curen mi pequeño corazón.


Nela Bodoc


 

lunes, 3 de enero de 2022

 

Reflexión

 

                                                               El consejo

                                                                       Consejos vendo, y para mí no tengo.

                                                                                                       Dicho popular.

El consejo parece ser algo natural en nuestra cultura.

Es muy interesante descubrir por qué estamos siempre dispuestos a aconsejar, a brindar un consejo que no se nos ha solicitado.

Y otra curiosidad es qué hacemos con el o los consejos que recibimos, ya sea que lo hayamos solicitado o no.

            -¿Tratamos de aplicarlo tal cual lo entendimos? ¿Qué pasa si quien aconseja no consideró la realidad y circunstancias del receptor?

            -¿Tratamos de hacer lo contrario si el consejo nos desagrada?

            -¿Cómo recibimos el consejo si quien lo emite nos desagrada, y que generalmente nos lo dará igual, aunque no se lo hayamos solicitado?

            -¿Y qué nos sucede si proviene de una persona o fuente desconocida?

El consejo no obliga, es solo otro punto de vista.

                                                                                       Asumi - 2021

domingo, 2 de enero de 2022

 


SIESTA DE SOL

 

Silencio de trinos,

alas abiertas

siesta de sol.

Perfume a frutos,

Surcos candentes,

Sediento anhelo

Ritmo muy quieto.

 

Tiempo muy lento,

Es ésta siesta

Que se respeta

Aunque no quiera…

Aire muy denso.

 

Hojas que duermen

Con sus espaldas

Muy erguidas

Que mezquinan sombras.

 

Verano ardiente,

Espera nubes

Desde occidente

Que calmen sedes.

 

Flores que inclinan

Sus sueños cálidos.

Neuronas quietas,

Ojos nublados,

Músculos laxos,

Pies elevados.

 

Manos abiertas

Tanteando brisas

Que no se encuentran,

Stress que no alcanza,

Silencio íntimo.

 

Enero abraza

Y no da respiro.

Luz imperiosa,

Abraza Enero

Y no queda aliento.


Asunción - 2003

 

 

 

 

  Reflexiones                                                                                                           CAMINO       ESPIRIT...